El Rey y Sus Cuatro Esposas
Maná del Líder
Lunes 27 de diciembre, 2021Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios
EL REY Y SUS CUATRO ESPOSAS
Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Sólo le daba lo mejor. También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos.
Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro. También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.
Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, él apenas se fijaba en ella. Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: "Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo".
Así que le pregunto a su cuarta esposa: - "Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?
-¡Ni pensarlo! - Contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras. Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.
El entristecido monarca le pregunto a su tercera esposa: -"Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?"
-"¡No!"- Contestó su tercera esposa. "¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volverme a casar!"
Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.
Entonces preguntó a su segunda esposa:- "Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?
-"¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!". Contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte". Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.
Entonces escuchó una voz:- "Me iré contigo y te seguiré dondequiera tu vayas". El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Sé veía tan delgaducha, sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo: -"¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"
REFLEXIÓN:
En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas. Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos. Nuestra tercera esposa son nuestras posesiones, condición social y riqueza.
Cuando muramos, irán a parar a otros. Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro. Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda.
Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañará dondequiera que vayamos. ¡Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora!
La palabra de Dios habla de una sola muerte y un juicio. Cada uno de nosotros hemos sido creado como seres tripartitas: Cuerpo, Alma y Espíritu. El cuerpo como la cuarta esposa volverá al polvo del cual fue hecho tras cumplirse nuestro paso por este gran ensayo que llamamos vida terrenal. El Espíritu es de Dios, es el aliento de vida que nos guía, que nos exhorta, que habla con Dios, y que finalmente volverá a Dios. Nos quedara solo nuestra alma que incluye la voluntad, las emociones y el pensamiento.
Somos seres que aprendemos a vivir en desbalance, lo que somos debe cumplir los propósitos de Dios o al final no tendremos nada bueno porque ser juzgados.
Tenemos a cada momento la oportunidad de enderezar nuestras sendas y hacer una diferencia positiva en nuestra vida y la de quienes nos rodean, pero si nos confiamos lo que hacemos con inteligencia y sabiduría a Dios, ninguna de nuestras obras sera fructifera. Al final nuestra alma se encontrara con Dios y no habra mas oportunidades por la eternidad.
FRASE DE PODER:
El alma rebelde nunca conoce a Dios
ESCRITURA:
Salmo 34:22 (LBLA)
"El Señor redime el alma de sus siervos; y no será condenado ninguno de los que en El se refugian.",
Es tiempo de que alimentemos nuestra alma con algo mejor que sensualidad, placeres mundanos y pensamientos malvados. Usted y yo no podemos dejar este mundo hasta que nos toque la hora, pero si podemos asumir responsabilidad por lo que hacemos, pensamos y sentimos con nuestra alma. Lo que hagamos tendrá consecuencias eternas.
Su hermano en Cristo,
Juan C. Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA
Tenemos a cada momento la oportunidad de enderezar nuestras sendas y hacer una diferencia positiva en nuestra vida y la de quienes nos rodean, pero si nos confiamos lo que hacemos con inteligencia y sabiduría a Dios, ninguna de nuestras obras sera fructifera. Al final nuestra alma se encontrara con Dios y no habra mas oportunidades por la eternidad.
FRASE DE PODER:
El alma rebelde nunca conoce a Dios
ESCRITURA:
Salmo 34:22 (LBLA)
"El Señor redime el alma de sus siervos; y no será condenado ninguno de los que en El se refugian.",
Es tiempo de que alimentemos nuestra alma con algo mejor que sensualidad, placeres mundanos y pensamientos malvados. Usted y yo no podemos dejar este mundo hasta que nos toque la hora, pero si podemos asumir responsabilidad por lo que hacemos, pensamos y sentimos con nuestra alma. Lo que hagamos tendrá consecuencias eternas.
Su hermano en Cristo,
Juan C. Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA
Comentarios
Te cuento que en nuestro altar familiar con mi esposa e hijos ayer estuvimos compartiendo del Mana del Líder de esta semana, nos gusto mucho, se ajustó muy bien al tema que compartimos… el vivir en el Espíritu y no satisfacer los deseos de la carne.
Un abrazo amigo mío.
Gracias una vez mas por los mensajes de todos los lunes. Por este mensaje, solo me basta decir GUAU, espectacularmente preciso, gracias. Que la sigan pasando de lo mejor y que diosito los siga bendiciendo, saludos a los hermanos por alla,
los quiere y estima Lila y Jose
Bendiciones
Juan C. Flores