El Hacedor de Circulos

Maná del Líder
Lunes 29 de junio, 2020
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

EL HACEDOR DE CÍRCULOS

Una devastadora sequía amenazaba con destruir a toda una generación en Israel -- la generación anterior a Jesús.  El último de los profetas judíos había muerto casi cuatro siglos antes. Los milagros eran un recuerdo distante y  no se escuchaba a Dios en ninguna parte. 

Pero había un hombre , un viejo sabio que vivía fuera de las murallas de Jerusalén, quien se atrevió a orar de todas maneras. Su nombre fue Honi.  Aunque la gente no escuchaba más a Dios, él creía aún que Dios los podía escuchar a ellos.

Con una vara de casi dos metros de largo en su mano, Honi dibujó un círculo en la arena.  Luego cayó sobre sus rodillas y levanto sus manos al cielo. Con la autoridad del profeta Elías que clamó porque cayera fuego del cielo, Honi clamó porque cayera la lluvia.
"Dios del Universo, juró por tu nombre que no me moveré de este círculo hasta que muestres misericordia a tus hijos".
 Y entonces ocurrió.  Conforme su oración ascendía a los cielos, gotas de lluvia empezaron a descender sobre la tierra. La gente empezó a regocijarse por la llovizna, pero Honi no estaba satisfecho con un rocío. Todavía arrodillado dentro del circulo, Honi levantó su voz sobre los sonidos de celebración.  
"No he orado por un rocío, sino por la lluvia que llenará las cisternas, los pozos y las cavernas"
El rocío entonces se transformó en un torrencial aguacero que hizo que la gente huyera buscando refugio en el Templo del Monte para escapar el torrente. Honi se mantuvo orando dentro de su extenso circulo. 
"No he orando por tal aguacero, sino por la lluvia de benevolencia, bendición y gracia".
Entonces, como un perfecto sol en una tarde de verano, empezó a llover con perfecta moderación. Algunos dentro del Sanedrín judío amenazaron con la excomunión a Honi porque su oración fue demasiado firme para su gusto, pero el milagro no podía ser negado.  Eventualmente, Honi el Hacedor de Círculos fue honrado por "la oración que salvó a una generación".





REFLEXIÓN

El círculo que Honi dibujó en la arena simboliza el poder de una sencilla oración para cambiar el curso de la historia.  Es también un imperecedero recordatorio de una gran verdad: Dios honra las oraciones firmes porque las oraciones firmes honrar a Dios.  He aprendido cuatro  importantes lecciones que trato de aplicar diariamente al escuchar a todas clase de personas orar de muy distintas maneras en muchos lugares y circunstancias.

Primero, orar es hablar con Dios. No son vanas repeticiones. Se requiere intimidad para orar efectivamente, es decir para hablar con el Padre eterno y amigo incondicional que es Dios.

Segundo, la oración más poderosa sea que estemos intercediendo, agradeciendo, o pidiendo ante Dios, es la que se hace sin egoísmo y en favor de otros. La Biblia nos recomienda orar unos por otros constantemente. 

Tercero, sea específico cuando hable con Dios. Evite la falsa modestia, las generalidades, las suposiciones. Sea humilde, concreto y siempre agradecido. 

Cuarto, Dios siempre escucha y responde nuestras oraciones. Sin importar el desierto espiritual o el vacío emocional, Él es omnisciente y siempre escucha la oraciones de sus hijos e hijas. Además, siempre responde. Tal vez no nos guste la manera en que lo hace algunas veces, pero Él es Dios y sabe que es mejor. Aun el silencio aparente es respuesta.

Honi con humildad pero con firmeza clamó a Dios en oración en favor de su pueblo Israel. El círculo que dibujó a su alrededor fue su compromiso de perseverar hasta el fin creyendo que Dios escucha y responde cuando le buscamos de todo corazón.

FRASE DE PODER
La historia pertenece a los que oran

ESCRITURA
Salmo 51:17b (LBLA)
"...al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás."

Deja de compararte con otros. Empieza a tener una vida de oración conversando con Dios. Él escucha siempre, pero trata de no centrar tu oración en tus necesidades, sino en conocer el corazón de Dios y amarle más a Él mediante tus tiempo a solas con Él. No es la cantidad de tiempo que inviertes sino el corazón con el que te presentas ante El.


Oro para que no pierdas mas tiempo y empieces ahora mismo

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACIÓN LIDERINNOVA

Comentarios

Carlota Chavez dijo…
EXCELENTE
milagros dijo…
muchas graciass!!
Anónimo dijo…
eXCELENTE ENSEÑANZA, SIEMPRE UNO APRENDE CADA DIA DE LA ORACIÓN, AMEN

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