El Elefante que Perdió un Ojo
Maná del Líder Lunes 4 de marzo, 2024 Al servicio de la comunidad profesional y de negocios EL ELEFANTE QUE PERDIÓ EL OJO U n elefante se encontraba al borde de un arroyo. El agua pasaba, clara y cristalina. Tuvo deseos de beber. ¡Se inclinó sobre el agua, empapó su trompa y…puf! “¡Qué! ¿Qué?...pero es lo que…AAAaaaaarrrrrggggghhh ¡perdí mi ojo!”, gritó el elefante lleno de pánico. Efectivamente, su ojo derecho se había caído al fondo del arroyo. El mastodonte pretendió encontrar su precioso globo. Pero no veía casi nada con el ojo que le quedaba. Entonces, impaciente, agitó su trompa, en todos los sentidos pretendiendo alcanzar su ojo con la trompa en el fondo del arroyo pero removiendo tanto el sedimento que el agua se enturbió. Cuanto más agitaba la trompa más se movía la arena del fondo, haciendo mucho más difícil encontrar el ojo. Repentinamente, el elefante se puso a gritar a todo pulmón. Furioso levantó la cabeza y vio, sobre una roca al borde del agua una peque