A través de la lluvia
Lunes 25 de noviembre de 2019
A servicio de la comunidad profesional y de negocios
A TRAVÉS DE LA LLUVIA
Había pasado todo el día con su mamá, en un gran almacén. Esa bella niña pelirroja, con cara pecosa, clara imagen de la inocencia, no debe haber tenido mas de seis años.
Cuando se disponían a abandonar el almacén, llovía a cántaros. Aquella clase de lluvia que, cuando cae muy fuerte desde las nubes no permite distinguir la distancia entre una gota y otra…ni siquiera la ves golpear el suelo…
Siempre me ha gustado mucho la lluvia. Me pierdo ante la vista de los cielos, lavando la suciedad y el polvo de este mundo. Al mismo tiempo, los recuerdos de mi infancia, corriendo bajo la lluvia, son bienvenidos como una forma de aliviar todas mis preocupaciones.
La voz de esta niña era muy dulce, y rompió mi trance hipnótico con esta inocente frase: “Mama, corramos a través de la lluvia”.
-“¿Qué?”, dijo su mama…
-“Si, mama…Corramos a través de la lluvia”.
-“No, mi amor...Esperemos a que disminuya la lluvia”, contesto la mama pacientemente.
La niña espero otro minuto, y repitió:
“Mama, corramos a través de la lluvia”. Y la mama le dijo; “Pero si lo hacemos, nos empaparemos…”
-“No, mamá, no nos mojaremos. Eso no fue lo que le dijiste esta mañana a mi hermano…”
Tal fue la respuesta de la niña, mientras jalaba el brazo de su madre…
-“¿Esta mañana? ¿Cuándo dije que podemos correr a través de la lluvia y no mojarnos?” replicó la mama.
-“Cuando hablabas con mi hermano acerca de su cáncer, le dijiste que si Dios nos hace pasar a través de esto, puede hacernos pasar a través de cualquier cosa”.
Todos los que observamos la escena nos quedamos en absoluto silencio. Juro que no se escuchaba más que la lluvia.
Todos nos quedamos allí de pie, silenciosamente.
Nadie entro ni salió del almacén en los siguientes minutos.
La mama se detuvo a pensar por un momento acerca de lo que debería responder. Este era un momento crucial en la vida de esta joven criatura, un momento en el que la inocencia y la confianza podrían ser motivadas, de manera que algún día florecieran en una inquebrantable fe…
-“Amor, tienes toda la razón. Corramos a través de la lluvia. Y si Dios permite que nos empapemos, puede ser que El sepa que necesitamos una lavadita”.
Y salieron corriendo…Todos nos quedamos viéndolas, riéndonos mientras corrían por el estacionamiento, pisando todos los charcos. Por supuesto que se empaparon, pero no fueron las únicas...Las siguieron unos cuantos que reían como niños mientras corrían hacia sus automóviles.
Si, es cierto, yo también corrí. Y si, también me empape…seguro que Dios pensó que necesitaba una lavadita.
REFLEXIÓN
Las circunstancias o las personas pueden quitarnos nuestras posesiones materiales, pueden acabar con nuestras ilusiones y pueden quitarnos nuestra salud. Pero nada ni nadie puede quitarnos nuestra más valiosa posesión: el Amor Incondicional de Dios.
No olvides tomarte el tiempo y aprovecha la oportunidad de llenarte del amor de Dios cada día. Ahora mismo hay muchas personas sufriendo amargamente por la guerra, la enfermedad, la injusticia, la desigualdad y la deportación. Canalizan su dolor mediante protestas, guerras y boicots.
Sin ser insensible a tales manifestaciones totalmente humanas, hay algo que no debemos perder de vista; Dios envía lluvia temprana y lluvia tardía sobre los que lo aman y lo siguen. Su propósito es que podamos crecer y hacer una diferencia en nuestras familias, comunidades y naciones.
Si no aprendemos a ver el lado positivo de nuestros aparentes fracasos, frustraciones y temores nunca llegaremos a la meta ni sabremos vivir la vida.
Cada bendición de Dios es como un ladrillo que construye mi vida y carácter, y aunque a veces esto implica golpes duros, el cambio se debe transitar, llueva o no llueva. Espero que, de vez en cuando, te tomes tu tiempo para que Dios te de una lavadita corriendo a través de la lluvia.
FRASE DE PODER
Sin lluvia, nada da fruto
ESCRITURA
Deuteronomio 11:14 (NTV)
“ El mandará las lluvias propias de cada estación —las tempranas y las tardías—, para que puedas juntar las cosechas de granos, el vino nuevo y el aceite de oliva..”
No te ahogues en la lluvia que cae hoy, aprende a disfrutar el momento, a aprender, aunque parezca que nunca va a terminar. Los problemas se alargan y las tempestades se repiten mas cuando no queremos aprender la lección que Dios quiere enseñarnos.
Hasta la próxima
Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACIÓN LIDERINNOVA
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