El Violinista

Maná del Líder
Lunes 29 de abril, 2019
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

EL VIOLINISTA

Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir y actuar la derrota y la mediocridad total. Ocurrió en Montmartre, París, en una calle céntrica aunque secundaria. Estaba un hombre con un viejo violín. Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que vieran su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa.

El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla en su instrumento por la forma displicente y aburrida con que lo tocaba. Un famoso violinista con su esposa y unos amigos salían de un teatro cercano, y pasaron frente al mendigo musical que producía aquellos sonidos tan discordantes.

La esposa del músico se detuvo frente al mendigo y le pidió al concertista que tocara algo. El hombre echó una mirada a la boina del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó el violín a lo que accedió el mendigo. Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente tocó una melodía fascinante con el viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir mientras la gente empezó a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.

Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y la multitud escuchaba arrobada el extraño concierto. La boina se llenó no solamente de monedas de todas las denominaciones, mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, y el mendigo estaban aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento gritando “!Mi violín! ¡Ese es mi violín!” Lo cual por supuesto era rigurosamente cierto.


REFLEXIÓN

Dios nos da a todos un “violín”. Son nuestros conocimientos, habilidades y experiencias. El nos da la libertad de tocar “ese violín” como nos plazca. Algunos, por pereza, ni siquiera se esfuerzan despreciando la disciplina, el aprendizaje y el mejoramiento de las habilidades necesarias para ejecutar un buen concierto con lo que hemos recibido.

Pretenden llenar una boina con dinero, entregando a cambio discordante melodías. Son personas que hacen su trabajo de mala forma, y que curiosamente creen que la humanidad tiene la obligación de cuidarlos. Por su baja ejecución viven solo para cubrir sus necesidades esperando la ayuda de los demás sin percatarse de que uno recoge sólo lo que siembra.

Debemos ser compasivos, pero no debemos olvidar que todos sin excepción hemos recibidos talentos de parte de Dios y es exclusivamente nuestra responsabilidad desarrollarlos y usarlos responsablemente para bien de todos y no solo para nuestro beneficio.

La historia humana está llena de ejemplos de personas con pocas o ninguna probabilidad y que sin embargo pudieron levantarse y contribuir encontrando el violín que debían tocar, pero también hay igual número de ejemplos de mendigos musicales. 

Tu y yo podemos hacer grandes cosas en la vida…a partir de actos incondicionales de amor a otros dando lo mejor que tenemos. Dios ya lo hizo por nosotros dando a Su hijo para que tuviéramos vida eterna. Solo evita compararte con otros y encuentra tu propia melodía.

FRASE DE PODER
Dios nos dio todo lo que necesitamos para servir y disfrutar la vida

ESCRITURA
Efesios 2:10 (LBLA)
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”

Hoy tienes la oportunidad de dejar de quejarte de lo que no tienes, para reconocer tus fortalezas, y trabajar en ellas para dar lo mejor con lo que tienes. La recompensa va mas allá de lo material, porque solo así encontrarás paz, sentido de autovalía y contentamiento en esta vida.

Tu hermano en Cristo

Juan Carlos Flores Zúñiga

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