El Globo Negro
Lunes 24 de junio, 2024
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios
EL GLOBO NEGRO
Un niño negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria del pueblo. El pueblo era pequeño y el vendedor había llegado pocos días atrás, por lo tanto no era una persona conocida. Sin embargo, a los pocos días la gente se dio cuenta de que era un excelente vendedor ya que usaba una técnica muy singular para captar la atención de niños y grandes.
En un momento soltó un globo rojo y toda la gente, especialmente los potenciales, pequeños clientes, miraron como el globo remontaba vuelo hacia el cielo. Luego soltó un globo azul, después uno verde, y entonces uno amarillo, y uno blanco.
Todos los globos remontaron el vuelo al igual que el globo rojo...
El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano.
Finalmente decidió acercarse y le preguntó al vendedor:
-"Señor, si soltara usted el globo negro. ¿Subiría tan alto como los demás?"
El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo:
El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo:
REFLEXIÓN
Los valores en nuestra sociedad son definidos cada vez más por las necesidades de minorías crecientemente agresivas e intolerantes. El principio democrático de que la mayoría decide ha sido corrompido por la agenda de los grupos de interés privados o públicos que quieren imponer a la mayoría sus propios “valores” basados a menudo en actitudes resentidas, prejuicios y conveniencias egoístas.
No importa si el tema en debate es el origen étnico, el género, la preferencia sexual, la nacionalidad o las creencias espirituales. Hemos permitido como sociedad que los valores de la mayoría sucumban a la agenda de minorías que están dispuestas a silenciar a todo aquel que no concuerde con ellos.
Coincido en que el racismo, el prejuicio, la discriminación y la persecución nunca podrán justificarse en una sociedad civilizada y temerosa de Dios. Si soy consistente con mi fe y responsabilidad como ciudadano del mundo debo permitir que quien se opone a mis ideas se exprese con la misma libertad que tengo. Pero esto de ninguna manera debe implicar una renuncia a expresar lo que creo y pienso de manera respetuosa y libre. Mi libertad esta conectada con la de los demás.
El problema nunca ha sido el color del globo de la cultura o del grupo o agenda a la que que somos afines, sino el estado de nuestra alma. Toda buena causa es fácilmente degenerada por un líder inmoral y despiadado. Y debo admitir la mayoría de las pretensiones de las minorías y quienes viven en los márgenes de la corriente principal de cada cultura son válidas y genuinas en sus inicios. El problema es cuando se institucionalizan, cuando se aceptan socialmente, y se vuelven la nueva "medida para medir", lo que hoy llamamos "políticamente correcto".
Entonces empiezan a repetir el mismo patrón de opresión hacia nuevas minorías que aspiran también a su cuota de libertad.
El niño aprendió una lección en la historia que no podemos olvidar. El color nunca ha sido ni será el problema fundamental, sino lo que habita en su interior. Una causa justa con un alma limpia siempre abrirá oportunidades para mejorar la convivencia y crecimiento como seres humanos. ¿Cómo está tu alma hoy? ¿Está tu alma en el lugar correcto para luchar por la causa justa que amas? El fin nunca justifica los medios, y la maldad pudre las buenas intenciones.
FRASE DE PODER
Ninguna
causa es justa cuando el alma de sus líderes está enferma
ESCRITURA
Isaías 32:7 (NTV)
"Las
sutiles artimañas de los canallas son maliciosas; traman planes torcidos.
Mienten para condenar a los pobres, aun cuando la causa de los pobres es justa."
No hay divorcio entre la fe y la acción. Hemos sido llamados a hacer una diferencia en este mundo cumpliendo el plan y propósito de Dios para nuestra vida. Debemos ser íntegros, consistentes entre lo que creemos y lo que hacemos y nunca sentirnos avergonzados de comunicar respetuosamente nuestra posición cuando sea necesario y donde sea necesario.
Oro para que esta sea una semana de amor firme en tu vida para que tu fe se fortalezca con convicción y valentía.
Juan Carlos Flores Zúñiga
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