Como se templa el acero

Maná del Líder
Lunes 29 de Enero, 2024
Al servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

COMO SE TEMPLA EL ACERO

Se cuenta la historia de un herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada perecía salirle bien en su vida, por el contrario sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.

Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó: "Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado."

El herrero no respondió enseguida, él ya había pensando en eso muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba.

-"En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar, y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace esto? Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal, hasta que se pone al rojo vivo, enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada. Luego la sumerjo en un balde de agua fría, y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura. Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente. "

El herrero hizo una larga pausa, y siguió: -"A veces, el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento. El calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi herrería."

Hizo otra pausa más, y el herrero terminó: -"Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas. "


REFLEXIÓN

Al inicio de mi vida cristiana hace ya treinta años, había tocado casi fondo en mi matrimonio, economía y carrera. Solo me quedaba un trabajo y mi matrimonio estaba en crisis. Dios aprovecho ese momento de mi vida para tocar a la puerta de mi corazón y yo, que sabía que nada de lo que había intentado humanamente llenaba el vacío de mi vida, le acepté como Señor y Salvador personal.

Se que algunos creyentes equivocadamente prometen en nombre de Dios una vida libre de preocupaciones y temores, pero Dios no nos ofrece una vida cómoda, a prueba de aflicciones.

El nos ofrece una vida diferente, donde podemos experimentar paz en medio de la tormenta, ver nuestro carácter madurar en medio de las pruebas, adquirir el don del perdón en medio de las persecuciones, y amor que todo lo puede en medio del rechazo, el abandono y la humillación. No es la vida glamorosa que algunos esperan recibir del mundo. Pero es una vida con propósito, de consecuencias eternas, donde adquieres valía no por lo que sabes o posees,
sino por quien habita en ti y te guía a hacer las cosas cada día mejor.

Ello requiere proceso, temple. Esta no es una vida para pusilánimes, ni cobardes. Al día siguiente de aceptarle como Señor, perdí mi último empleo, y pase más de seis meses sin trabajo, lleno de deudas y con angustias. Pero, a pesar de ello nunca faltó pan en mi mesa, y Dios fue gradualmente restaurando mi vida, mi matrimonio, las finanzas y hasta mi desempeño profesional. Sigo en el taller y El no ha dejado de trabajar en mi, pero nada tiene más importancia que saber que El tiene cuidado de mi, mi esposa y mi familia y que no me ha desechado como otros los hicieron.

FRASE DE PODER

Dios nunca se rinde cuando templa el acero que somos

ESCRITURA
2 Timoteo 4:7 (NVI)
"He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe."

Quiero invitarte al iniciar esta nueva semana, a que medites en cómo Dios usa todo: personas, circunstancias, señales, aflicciones, para ayudarnos a ser maduros espiritualmente, con un carácter como el de Cristo. No se logra de la noche a la mañana, lleva toda la vida terrenal, pero
nos promete que lo lograremos si confiamos en El. ¿Quieres tomar una decisión? Da este primer paso y dile que empiece a trabajar en ti para templar el acero de tu ser.

Oro para que aceptes ser pulido por el fuego de su amor.

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACIÓN LIDERINNOVA

Comentarios

Johnny Esquivel dijo…
Gracias apreciado Juan Carlos por compartir parte de tu vida personal, testimonio que anima y engrandece el plan de Dios en tu vida. Gracias

Johnny Esquivel Tenorio
Jorge Nelson Ariza dijo…
No es fácil entender este proceso, pero vale la pena.Gracias.
Walter Gonzalo Tapia dijo…
Gracias por sus mensajes y devocionales son muy valiosos para el crecimiento cristiano...
Bendiciones
Pastor Walter Tapia
Berenice Priego dijo…
Por medio de la presente recibe un saludo y un fuerte abrazo del Apóstol Berenice Priego López, deseando que la bendición de Dios sea sobre usted y familia. agradeciéndole los temas que me ha enviado
Alexander Lopez Galea dijo…
Excelente ministro recibo esa palabra.

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