Los 26 Guardianes

Maná del Líder
Lunes 15 de mayo, 2023
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

Un misionero que estaba de regreso de su misión contó la siguiente historia real mientras predicaba en su iglesia en Michigan. Mientras servía en un pequeño hospital de campaña en Africa central, en 1947, viajaba en bicicleta a una ciudad cercana cada dos semanas para recoger suministros. El viaje tomaba dos días, con un descanso para dormir la primera noche a mitad del viaje.

En uno de esos viajes, llegó a la ciudad y observó a dos hombres luchando, uno de los cuales fue seriamente herido. El atendió al herido y luego viajó por dos días de regreso a su aldea, acampando por la noche sin ningún incidente.

Dos semanas más tarde regresó a la ciudad y se encontró al hombre que había curado. Este hombre le dijo al misionero, 
-"Algunos de mis amigos y yo lo seguimos hasta la jungla, sabiendo que usted acamparía por la noche. Planeamos matarlo, para tomar su dinero y medicinas. Pero cuando vimos a veintiséis guardianes rodeándolo, lo dejamos en paz." 

El misionero se rio mucho y le dijo al hombre que él había estado solo esa noche. El hombre insistió, -"No, señor, no fui el único que vio a esos guardias alrededor suyo esa noche. Mis cinco amigos los vieron también. Los contamos y decidimos no atacar".

En este punto del sermón del misionero, un hombre en la congregación se puso de pie, y lo interrumpió. Le pregunto por el día y la hora en que esto había ocurrido. El misionero le contestó, y el hombre sonrió.

-"La noche de su incidente en Africa, era de mañana aquí y yo me preparaba para ir a jugar golf. Pero sentí una urgencia de orar por usted. De hecho la urgencia de Dios era tan fuerte que, en lugar de jugar golf, llamé a hombres en esta iglesia para reunirnos aquí en el santuario y orar por usted. ¿Podrían todos esos hombres que se reunieron conmigo ese día ponerse de pie?".

Los hombres que se habían reunido a orar ese día se pusieron de pie. El misionero no se preocupó mucho por saber quienes eran - estaba demasiado ocupado contándolos.  ¡Eran veintiséis!


REFLEXIÓN

Existe un mundo espiritual nos cueste o no aceptarlo. No somos simples unidades de carbono como suelen afirmar los autores de ciencia ficción. Tampoco nos limitaciones a tener un cuerpo y un alma, o ser inteligentes. Tenemos un alma donde reside la voluntad, las emociones y la mente, y aunque invirtamos científicamente millones de dólares para establecer cual parte de nuestro cerebro activa cada aspecto de nuestra psique (alma) la dimensión espiritual escapa a nuestro entendimiento aunque sepamos que esta allí.

Estadísticas recientes han establecido que hasta un 90% de los nos creyentes, incluyendo ateos confesos, tienen necesidades mas allá de lo físico y mental, es decir espirituales y tratan de llenarlas de una u otra manera. El ser humano necesita a Dios, aunque su naturaleza rebelde y soberbia lo resista a través de la historia.

Una vez Albert Einstein enseñaba en la Universidad de Princeton y preguntó a uno de sus alumnos más sobresalientes cuanto conocíamos del universo, y uno de ellos se aventuró a contestar "un diez por ciento" a lo que el físico respondió que ni el uno por ciento.

Necesitamos humildad, evitar colocarnos sobre Dios, jugando a que tenemos el control. Aun los creyentes pasan por periodos de extrema incredulidad. La Madre Teresa lo expresa en cartas recientemente dadas a conocer, el misionero de la historia se rio de lo que para el debió haber sido natural, y hasta pastores tratamos de hacer las cosas en nuestras fuerzas olvidando dar espacio a Dios en el cumplimiento de nuestra misión.

Es tiempo de auto-evaluarnos, creyentes o no, ser honestos y ejercitarnos en la humildad reconociendo que no conocemos ni el 1% del universo, pero que hay un Dios que nos ama, conoce todo, y quiere guiarnos en nuestra búsqueda dándonos respuestas eternas.

FRASE DE PODER 
Duda de tus dudas, Cree en tus creencias

ESCRITURA 
1 Samuel 2:9 (LBLA)
"El guarda los pies de sus santos, mas los malvados son acallados en tinieblas, pues no por la fuerza ha de prevalecer el hombre."

Cambiar es un asunto de proceso. No cambiamos porque lo digamos o pensemos. El cambio requiere hacer un alto e intencionalmente, con humildad y honestidad, empezar un proceso consistente para reconocer delante de Dios que no somos lo que el mundo dice, que somos pequeños y que eso este bien, porque solo entonces El podrá tener espacio para llenar nuestras vidas con propósitos divinos.

Oro porque esta semana seas sensible a lo que Espíritu de Dios te hable.

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

Comentarios

Rudis Diaz dijo…
gracias por esta reflexión que me llena de fé y deseos de seguir adelante sabiendo que Dios guarda mi vida Que Dios lo bendiga grandemente.
Oscar David Gutierrez dijo…
Muchas gracias por este maná, estamos aprovechando muy bien estos estudios
las historias son geniales y muy practicas
que Dios les continue dando más sabiduría para q la compartan con nosotros.
Un abrazo
Eduardo Cabañas Anahuate dijo…
JUAN CARLOS.
Recibe un gran abrazo y besosa tú enorme corazón, YO, se de que lo que escribes, es estar ahí, en comunión con el ESPÍRITU DE DIOS , es inenarrable lo que se vive,huele,persible y se VE! Lo leia y a viajar y descargas de electricas de su presencia. GRACIAS Y SALUDOS A LA FAMILIA.
Afectuoso Saludo.

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