La silla vacía

Maná del Líder
Lunes 29 de mayo, 2023
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

Santiago era empleado en una tienda de abarrotes en Chicago. Antes de eso había perdido una buena oportunidad de negocio cuando sus socios lo excluyeron. Con un capital de solo USD $ 65 consiguió una carreta tirada por un viejo caballo para vender quesos. Decir que el era un sombrío fracaso como empresario hubiera sido amable.

Santiago continuo esforzándose mientras aumentaban sus deudas. Era joven e inexperto, así que buscó el consejo de un sabio amigo cristiano.  
-"No haz incluido a Dios en tu negocio", observó su amigo. "No has permitido que El se haga cargo - solo le haz pedido que sea parte del negocio. Dios nos trabaja así".

Esto mandó al joven empleado de picada. Santiago se llenó de emociones mezcladas. Estaba ofendido porque se le había juzgado, pero al mismo tiempo había sido impactado por la contundente honestidad de su amigo. Fue un momento crucial para él.

Pasados unos días en que el joven empleado oró y ponderó lo dicho decidió, finalmente, trazar una línea en la arena, es decir dar un paso de fe. Escribió a su amigo diciendo:
-"Si Dios quiere manejar este negocio de quesos, El puede hacerlo. Trabajare para El". Y sobre eso mismo oró a Dios.

Desde ese momento Dios se convirtió en el socio principal en su negocio, la Persona de Autoridad a la que se consultaba toda decisión. Una silla vacía fue dejada libre en todas las reuniones, recordando al personal principal de Su presencia. Con el paso de los meses el negoció creció y prosperó. Eventualmente se convirtió en la compañía de queso procesado más grande del mundo. La oración crucial de Santiago L. Kraft hizo toda la diferencia en la Compañía de Quesos KRAFT.


REFLEXIÓN

Desafortunadamente, es fácil dejar pasar la oportunidad de hacer una oración crucial. Somos consciente de la importancia de la oración, y recibimos con agradecimiento la oración de otros en nuestro favor. Recientemente un colega tomó la decisión de acercarse a sus vecinos, entre ellos un ateo italiano y un artista homosexual. Decidió extender su mano para iniciar una amistad con cada uno, sin predicarles nada o regalarles tratados. Simplemente se acercó a ellos.

Ambos vecinos reaccionaron extrañados, pero cómodos al ver que no trataban de evangelizarlos. Una semana después el italiano vino a su puerta y le dijo que tenía que viajar a su país porque su padre había muerto y que sabía que él era pastor, así que le agradecería que orara por su viaje. Mi amigo y colega le contestó que con mucho gusto pero que recordara que iba a orar al Dios en el que no creía. El italiano aceptó y se fue agradecido.

Por su parte, el homosexual se encontró con mi amigo causalmente en el jardín, y le dijo que no entendía porque era amistoso, si eran tan diferentes. Acaso su Dios aceptaba a los homosexuales. A lo que me amigo respondió que Dios amaba a todos, aun a los pecadores, lo que no amaba era el pecado o la desobediencia. Lo invito a cenar en su casa con su esposa, y el homosexual aceptó.

¿Cual es el punto de estas historias? Todo esta conectado. Verán mi amigo oraba por sus vecinos para tener una oportunidad de acercarse a ellos y que Dios permitiera un espacio seguro para hablar con respeto y entrar a sus corazones. Su oración no fue egoísta, fue crucial. Oro para que Dios tuviera el control, y el ser solo su instrumento, su empleado como Santiago Kraft.

Es muy fácil perder la perspectiva y creernos autosuficientes. Somos menos que partículas en el cosmos, pero hay un Dios que nos conoce por nombre y nos ha puesto en esta tierra para hacer una diferencia eterna en muchas vidas mediante la mejor de todas la armas, la oración.

FRASE DE PODER 
La oración más peligrosa que existe es "Dios úsame"

ESCRITURA
1 Tesalonicenses 5:17 (LBLA) 
"orad sin cesar;."

Orar significa simplemente hablar con Dios. No cuesta nada, solo demanda de nosotros sencillez, sensibilidad hacia lo que El nos quiere decir, y sobretodo alinearnos con lo que para El es importante. Una oración crucial no es egoísta. No estamos aquí para nuestro beneficio material. Todos moriremos algún día y no nos podremos llevar ninguna pertenencia, solo nuestro carácter formado en una vida de oración y acción consecuentes con el Plan de Dios.

Oro para que empieces hoy mismo a conversar con Dios

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

Comentarios

Isabel Grajales dijo…
Amén!! Cuando permitimos que Dios sea suficiente disfrutamos nuestra soledad. Es algo maravilloso, pero un largo proceso aceptarlo

Entradas más populares de este blog

La Oración del Naufrago

Recuerda a Quien Sirves

Tentación que mata