Lente de Contacto

Maná del Líder
Lunes 16 de enero, 2023
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios


Brenda era una joven mujer que fue invitada a escalar rocas. Aunque esto le causaba mucho miedo, fue con su grupo a un tremendo risco de granito. A pesar de su temor, se colocó el equipo, tomó un extremo de la cuerda y comenzó a enfrentar la roca. 

En determinado momento, llegó a un borde, donde pudo tomar un respiro. Mientras estaba ahí, la cuerda de seguridad golpeó contra un ojo de Brenda y le sacó su lente de contacto. Bueno, ahí estaba ella en el borde de la roca, con cientos de metros bajo ella y cientos de metros sobre ella. Por supuesto que buscó y buscó, esperando que hubiera caído en el borde, pero simplemente no estaba el lente. 

Ahí estaba ella, lejos de casa, con su vista borrosa. Empezó a sentir desesperada y comenzó a enfadarse, por lo que oró al Señor para que la ayudase a encontrar su lente. Cuando llegó a la cima, un amigo examinó su ojo y su ropa buscando el lente, pero no lo pudieron encontrar. Se sentó, desalentada, con el resto de la gente, esperando a que los demás llegaran a la cima. 

Miró hacia las montañas, pensando en un verso de la Biblia acerca de que los ojos del Señor observan toda la tierra y pensó:-"Señor, Tú puedes ver estas montañas. Tú conoces cada piedra y cada hoja, y Tú sabes exactamente dónde está mi lente de contacto. Por favor ayúdame."


Finalmente, bajaron. Al pie de la montaña había un nuevo grupo de alpinistas comenzando a enfrentar el risco. Uno de ellos gritó:-"¡Oigan, jóvenes! ¿Alguien perdió un lente de contacto?" 

Bueno, esto hubiera sido suficientemente inquietante, pero... ¿Sabes cómo el alpinista vio el lente de contacto? Una hormiga se movía lentamente a través de la roca, cargando el lente. 

Brenda me dijo que su padre era caricaturista. Cuando ella le platicó esta increíble historia de la hormiga, la oración y el lente de contacto, él dibujó una caricatura de una hormiga cargando un lente de contacto, diciendo:-"Señor, no sé por qué Tú quieres que yo cargue esta cosa. No puedo comérmela, y está extremadamente pesada. Pero si eso es lo que Tú quieres que yo haga, yo la cargaré para Ti."

REFLEXIÓN

Cuando empecé mi jornada espiritual como seguidor de Cristo, era neófito en todo. Los títulos, las experiencias, los trabajos desempeñados, los honores recibidos, nada me había preparado para reconocer cuan ignorante realmente era. Por ello, no era extraño que a menudo le preguntara a Dios el por qué de esto o aquello.

Lastimosamente, no hay crecimiento en ningún área, incluida la espiritual, si no aprendemos con humildad a aceptar que somos creación y no creador. Que por mas que se nos inculque la premisa de que "cada uno es dueño de su destino" la realidad es que no tenemos tal control de las circunstancias, y mucho menos de nosotros.

Somos creación de Dios, no somos Dios. Tenemos una mirada corta, aunque Dios nos sugiere muchas veces que adoptemos la mirada larga, su perspectiva divina. No pude empezar a vivir esto realmente hasta que deje de preguntar ¿por qué? y me enfoque más en el ¿para qué? Todo tiene un propósito, nada ocurre por accidente, usted y yo somos parte de un plan sobrenatural, y nuestros destinos y experiencias se cruzaran tarde o temprano, sea a través de nuestras virtudes o defectos, nuestros frutos o magros resultados.

Dios no juega a los dados escribió Einstein. Ya lo creo. Entiendo que muchas cosas que hago porque El las ha puesto en mi corazón no producen el fruto que pienso deberían, pero como la hormiguita debo replantear mi pregunta respondiendo este es parte del plan, gracias Señor por cumplir con mi parte aunque no conozca todos los detalles.

FRASE DE PODER
No preguntes a Dios por qué, sino para qué

ESCRITURA
Job 9:10 (LBLA)
"El hace cosas grandes e incomprensibles, maravillosas y sin número."

Cada domingo empieza la nueva semana. Una oportunidad para replantear nuestra perspectiva, dejar de mirar cortamente, y adoptar la mirada larga de Dios. Creo que probablemente nos haría bien a algunos de nosotros decir hoy: "Señor, no sé por qué quieres que yo lleve esta carga. No veo nada bueno en ello y es bastante pesada. Pero si Tú quieres que yo la cargue, lo haré para Ti...".

Su hermano en Cristo,

Juan Carlos Flores Zúñiga

FUNDACION LIDERINNOVA

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