No hay casualidad
Maná del Líder
Lunes 19 de octubre, 2020Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios
NO HAY CASUALIDAD
Hace muchos años, Sir Isaac Newton hizo un modelo de trabajo de nuestro sistema solar.
En el centro había una bola dorada grande que representaba el sol, y girando alrededor de ella estaban los planetas, pequeñas esferas adheridas a las puntas de varas de diferentes longitudes.
Un amigo suyo, que no creía en el relato bíblico de la creación, pasó por su casa para hacerle una visita.
Al contemplar cómo Newton hacía mover a los pequeños planetas en sus órbitas, el hombre exclamó:
-"¡Vaya, vaya! ¡Qué cosa tan exquisita! ¿Quién lo hizo?"
Sin levantar la vista, Newton contestó:
-"Nadie".
-"¿Nadie?" --preguntó el amigo.
-"Así es. Estas bolas, dientes, correas y engranajes se juntaron coincidencialmente. Y también fue una cuestión de suerte que comenzasen a girar en sus respectivas órbitas en un tiempo perfecto."
El incrédulo entendió el mensaje.
-"¡Vaya, vaya! ¡Qué cosa tan exquisita! ¿Quién lo hizo?"
Sin levantar la vista, Newton contestó:
-"Nadie".
-"¿Nadie?" --preguntó el amigo.
-"Así es. Estas bolas, dientes, correas y engranajes se juntaron coincidencialmente. Y también fue una cuestión de suerte que comenzasen a girar en sus respectivas órbitas en un tiempo perfecto."
El incrédulo entendió el mensaje.
REFLEXIÓN
Era una necedad suponer que el modelo se había hecho solo. Pero tenía mucho menos sentido aceptar la teoría de que la Tierra y el vasto universo existiesen por casualidad. Aun los científicos que desconfían de la iglesia organizada y la fe absoluta en la Biblia admiten que sus aproximaciones teóricas se limitan a lo observable, y que sus premisas son a menudo suposiciones tan ciertas como falsas.
Y, sin embargo, falta humildad para reconocer a un Dios supremo y creador del universo. Nuestra lógica humana se vuelve irreductible en su desconfianza hacia las creencias, y su credulidad ante las incertidumbres.
Aunque en la ciencia se pregona la sencillez en la explicación, la visión cada más fragmentaria de la realidad por parte de una cada vez más especializada pléyade de expertos observadores hace imposible la integración de tantas aproximaciones a la verdad, parciales y limitadas.
No obstante, para algunos científicos está en juego no la verdad, sino su ego necio, convencido de que el hombre puede vencer todos los obstáculos, encontrar todas las respuestas y explicar cualquier fenómeno.
El ser humano como centro del universo y no Dios, dió origen al renacimiento en el siglo XV, y ahora agobiado por su incapacidad para encontrar respuestas completas que den significado a su vida, se ha partido en dos extremos: unos en cruzada contra todo lo que ofrezca una explicación espiritual a la vida, y otra que reconociendo no tener explicación para la mayoría de los grandes misterios, resiste a Dios.
En medio de esos dos extremos, estamos nosotros, los que una vez nos aferramos a la lógica de los accidentes y la pretensión de poder conocer y entender todo. Hemos aceptado con humildad que nacimos del polvo y a el volveremos, pero que diferencia hace saber que no moriremos porque nuestro Dios vive para siempre.
FRASE DE PODER
Necio es que el que pregunta a lo creado, en lugar de al creador
ESCRITURA
Salmo 14:1 (LBLA)
"dice el necio en su corazón: no hay Dios"
Solo detente un momento. Respira. Cierra tus ojos y medita en Dios. Todo ha sido creado por Él y para El. Deja tu lógica vana y enfócate en el milagro maravilloso de este día que El ha creado para que tu le conozcas y le sirvas más allá de tu entendimiento.
Oro para que esta verdad te sea mostrada hoy
Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA
Era una necedad suponer que el modelo se había hecho solo. Pero tenía mucho menos sentido aceptar la teoría de que la Tierra y el vasto universo existiesen por casualidad. Aun los científicos que desconfían de la iglesia organizada y la fe absoluta en la Biblia admiten que sus aproximaciones teóricas se limitan a lo observable, y que sus premisas son a menudo suposiciones tan ciertas como falsas.
Y, sin embargo, falta humildad para reconocer a un Dios supremo y creador del universo. Nuestra lógica humana se vuelve irreductible en su desconfianza hacia las creencias, y su credulidad ante las incertidumbres.
Aunque en la ciencia se pregona la sencillez en la explicación, la visión cada más fragmentaria de la realidad por parte de una cada vez más especializada pléyade de expertos observadores hace imposible la integración de tantas aproximaciones a la verdad, parciales y limitadas.
No obstante, para algunos científicos está en juego no la verdad, sino su ego necio, convencido de que el hombre puede vencer todos los obstáculos, encontrar todas las respuestas y explicar cualquier fenómeno.
El ser humano como centro del universo y no Dios, dió origen al renacimiento en el siglo XV, y ahora agobiado por su incapacidad para encontrar respuestas completas que den significado a su vida, se ha partido en dos extremos: unos en cruzada contra todo lo que ofrezca una explicación espiritual a la vida, y otra que reconociendo no tener explicación para la mayoría de los grandes misterios, resiste a Dios.
En medio de esos dos extremos, estamos nosotros, los que una vez nos aferramos a la lógica de los accidentes y la pretensión de poder conocer y entender todo. Hemos aceptado con humildad que nacimos del polvo y a el volveremos, pero que diferencia hace saber que no moriremos porque nuestro Dios vive para siempre.
FRASE DE PODER
Necio es que el que pregunta a lo creado, en lugar de al creador
ESCRITURA
Salmo 14:1 (LBLA)
"dice el necio en su corazón: no hay Dios"
Solo detente un momento. Respira. Cierra tus ojos y medita en Dios. Todo ha sido creado por Él y para El. Deja tu lógica vana y enfócate en el milagro maravilloso de este día que El ha creado para que tu le conozcas y le sirvas más allá de tu entendimiento.
Oro para que esta verdad te sea mostrada hoy
Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA
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