Amor para toda la vida
Maná del Líder
Lunes 21 de diciembre, 2020
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios
AMOR PARA TODA LA VIDA
Un sabio maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que se declaraban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando ésta se apaga en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.
Es probable que haya experimentado problemas en sus relaciones amorosas y/o matrimoniales. Quiero decirle nada más que hay esperanza si realmente quiere ser feliz y que su pareja lo sea. Sin importar lo que ha corrido bajo el puente de sus relaciones, empiece a creer hoy y ponga en manos de Dios su matrimonio. Dele espacio a Dios para cambiar todo y llenarlo con Su perfecto amor.
Su hermano en Cristo
Juan Carlos Flores Zuñiga
FUNDACION LIDERINNOVA
Lunes 21 de diciembre, 2020
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios
AMOR PARA TODA LA VIDA
Un sabio maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que se declaraban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando ésta se apaga en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.
El maestro les escuchó con atención y después les relató un testimonio personal:
-"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno cuando sufrió un infarto y cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, condujo hasta el hospital mientras su corazón se despedazaba en profunda agonía. Cuando llegó, por desgracia, ella ya había fallecido.
-"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno cuando sufrió un infarto y cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, condujo hasta el hospital mientras su corazón se despedazaba en profunda agonía. Cuando llegó, por desgracia, ella ya había fallecido.
Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que dijera algunas reflexión sobre la muerte y la eternidad. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte.
Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió "llévenme al cementerio".
-"Papá" , respondimos: ¡Son las 11 de la noche! No podemos ir al cementerio ahora!"
Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo:
-"No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años".
Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador y, con una linterna llegamos a la lápida.
-"Papá" , respondimos: ¡Son las 11 de la noche! No podemos ir al cementerio ahora!"
Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo:
-"No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años".
Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador y, con una linterna llegamos a la lápida.
Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: "Fueron 55 buenos años...¿saben?. ¡Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así!. Hizo una pausa y se limpió la cara. Ella y yo estuvimos juntos en todo. Alegrías y penas. Cuando nacieron ustedes, cuando me echaron de mi trabajo, cuando ustedes enfermaban, continuó: Siempre estuvimos juntos. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de muchos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos y perdonamos nuestras faltas... hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."
Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló:
"-Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día."
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo y no tiene que ver con el erotismo. Más bien es una comunión de corazones que es posible porque somos imagen de Dios.
"-Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día."
Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo y no tiene que ver con el erotismo. Más bien es una comunión de corazones que es posible porque somos imagen de Dios.
Es una alianza que va mucho más allá de los sentidos y es capaz de sufrir y negarse cualquier cosa por el otro. Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron rebatirle. Ese tipo de amor les superaba por mucho. Pero, aunque no tuviesen la valentía de aceptarlo de inmediato, podían presentir que estaban ante el amor verdadero. El maestro les había dado la lección mas importante de sus vidas.
REFLEXIÓN
Por mucho tiempo compartí la creencia popular de que el amor acaba, y que si una relación no se profundiza debe cada uno tomar su rumbo solo. No obstante, me divorcié dos veces, y cuando estaba a las puertas de un tercer divorcio, Dios tocó mi vida, a mi esposa, y empezó a restaurarnos poco a poco.
REFLEXIÓN
Por mucho tiempo compartí la creencia popular de que el amor acaba, y que si una relación no se profundiza debe cada uno tomar su rumbo solo. No obstante, me divorcié dos veces, y cuando estaba a las puertas de un tercer divorcio, Dios tocó mi vida, a mi esposa, y empezó a restaurarnos poco a poco.
Todas mis convicciones humanistas sucumbieron ante un amor incondicional que nunca había experimentado. Me sentía vacío en mi vida y matrimonio, culpaba a mi esposa por mi insatisfacción y causaba penalidades a todos en la familia. Egoístamente pensé en divorciarme para escapar nuevamente al fracaso. Vaya paradoja, como si el divorcio no fuera un fracaso que nos marca a todos, creyentes o no.
He aprendido que uno no se casa para ser feliz, o para que lo hagan feliz a uno. Uno de se casa para hacer feliz a la otra persona, quien recíproca ese amor en una siembra y cosecha permanente. He aprendido que el amor verdadero, no es enamoramiento, no es emocionalismo, es una convicción firme que se expresa en pequeñas pero firmes decisiones diarias que hacemos sin codependencia. Perdonar, escuchar, amar, creer, estar contentos a pesar de todo. Decisiones que Dios honra con su amor y poder.
Amo a mi esposa, y ella me ama, pero no con un amor pasajero que superficialmente se nutre de lo que está bien y se enferma con lo que esta mal. No, hablo de un amor duradero que forma carácter en cada cónyuge, y que supera todas las pruebas, porque Dios está en medio. Tal vez sea difícil de aceptar en su caso, pero le aseguro que está al alcance de cualquiera que se rinda a Dios, y le permita ser parte activa de su vida y matrimonio. Esto no nos inmunice contra el dolor o las circunstancias, pero nos permite caminar junto y experimentar un amor más allá de los límites de este mundo.
FRASE DE PODER
El amor es una decisión, no un sentimiento
ESCRITURA
Efesios 5:25 (LBLA)
"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella,."
He aprendido que uno no se casa para ser feliz, o para que lo hagan feliz a uno. Uno de se casa para hacer feliz a la otra persona, quien recíproca ese amor en una siembra y cosecha permanente. He aprendido que el amor verdadero, no es enamoramiento, no es emocionalismo, es una convicción firme que se expresa en pequeñas pero firmes decisiones diarias que hacemos sin codependencia. Perdonar, escuchar, amar, creer, estar contentos a pesar de todo. Decisiones que Dios honra con su amor y poder.
Amo a mi esposa, y ella me ama, pero no con un amor pasajero que superficialmente se nutre de lo que está bien y se enferma con lo que esta mal. No, hablo de un amor duradero que forma carácter en cada cónyuge, y que supera todas las pruebas, porque Dios está en medio. Tal vez sea difícil de aceptar en su caso, pero le aseguro que está al alcance de cualquiera que se rinda a Dios, y le permita ser parte activa de su vida y matrimonio. Esto no nos inmunice contra el dolor o las circunstancias, pero nos permite caminar junto y experimentar un amor más allá de los límites de este mundo.
FRASE DE PODER
El amor es una decisión, no un sentimiento
ESCRITURA
Efesios 5:25 (LBLA)
"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella,."
Es probable que haya experimentado problemas en sus relaciones amorosas y/o matrimoniales. Quiero decirle nada más que hay esperanza si realmente quiere ser feliz y que su pareja lo sea. Sin importar lo que ha corrido bajo el puente de sus relaciones, empiece a creer hoy y ponga en manos de Dios su matrimonio. Dele espacio a Dios para cambiar todo y llenarlo con Su perfecto amor.
Su hermano en Cristo
Juan Carlos Flores Zuñiga
FUNDACION LIDERINNOVA
Comentarios
Espero Juan que estés muy bien al igual que tu señora, hijos e hijas.
Este maná como siempre espectacular, conciso y preciso y también precioso.
Mucha verdad en su contenido.
Una vez mas gracias.
este esta exquisito, escrito con el corazon, bendiciones del Senor para ustedes
Leo los artículos que envía por este medio, y los comparto con otros creyentes para que igual que yo sean edificados con sus prácticas y sabias orientaciones.
Particularmente considero que la presente meditación tiene un hermosísimo mensaje que debería ser difundido a todos los matrimonios del mundo, pues en nuestros tiempos hasta en parejas de cristianos se vive la ausencia del verdadero amor, fundamento que da razón de ser al resto de los principios que rigen la vida del hombre en comunidad, sobre todo al matrimonio, que es lo que da origen al hogar y a su vez a la sociedad.
Que nuestro Señor Jesucristo le continúe bendiciendo y usando para su gloria y su honra.
En el amor del Señor,
Marco Caimares