La sopa de fideos de un extraño

Maná del Líder
Lunes 5 de Octubre, 2015
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

LA SOPA DE FIDEOS DE UN EXTRAÑO

Esa noche, María se peleó con su madre y, luego salió intempestivamente de la casa dando un portazo. Mientras se alejaba recordó que no tenía dinero en su cartera, ni siquiera suficientes monedas para hacer una llamada telefónica.

Mientras consideraba que hacer paso frente una tienda de comidas caseras y respiró la dulce fragancia de una sopa de fideos lo que despertó su hambre. ¡Deseaba una sopa de fideos, pero no tenía dinero!

El vendedor la vio de pie ante el mostrador devorando la comida con la mirada y le preguntó:
Ey muchacha, ¿Quieres sopa de fideos?

Pero… no tengo dinero… replicó con timidez.

– No hay problema, yo te invito – dijo el vendedor – ven te preparare un tazón de sopa.

Unos minutos más tarde el propietario del negocio le trajo un humeante tazón con sopa de fideos.  Tras consumir unos cuantos bocados, María empezó a llorar.

¿Qué es lo que pasa? – preguntó el dueño.

– Nada. ¡Me siento tocada por su amabilidad! – contestó María mientras se limpiaba las lágrimas.

– Hasta un extraño de la calle me da una sopa de fideos, y mi madre, tras una discusión me corrió de la casa. ¡Ella es cruel!

El vendedor suspiró:

– Muchacha, ¿Por qué piensas eso? Piénsalo nuevamente.  Solo te di una sopa de fideos y te sentiste de esa manera.  Tu madre te ha criado desde pequeña, ¿Por qué no fuiste agradecida y obediente con tu mama?  

María quedo muy sorprendida tras escucharlo.

“¿Por qué no pensé en eso? Una sopa de fideos de parte de un extraño me hizo sentir en deuda,  y aunque mi madre me ha criado desde pequeña nunca me he sentido así con ella.”

De regreso a su hogar, María  pensaba en lo que le diría a su mama cuando arribara: “Mamá lo siento. Se que fue mi error, por favor perdóname…”

Cuando comenzó a subir los peldaños de su casa, María vio a su mama preocupadísima y cansada de buscarla por todas partes.  Al verla de nuevo, su madre le dijo gentilmente: “María entra a casa mi amor. ¿tienes hambre?  Cociné arroz y ya tengo lista la comida, ven y come mientras todo está caliente…”

No pudiendo contenerse más, María lloró mientras tomaba las manos de su madre.


REFLEXIÓN

En la vida, nos resulta a menudo más fácil apreciar los pequeños actos de bondad y generosidad de quienes nos rodean, no así los que vienen de nuestros parientes, especialmente los padres, ya que vemos sus sacrificios como algo natural…casi como una obligación de su parte.  Bien se dice que lo se tiene seguro nos lleva a descuidarlo.  

Tenemos padres terrenales imperfectos, pero que en su mayoría hacen lo mejor posible dentro de sus circunstancias.  Como toda sabiduría esto lo aprendemos inevitablemente cuando nos convertimos en padres. Solo entonces apreciamos realmente los esfuerzos de nuestros progenitores.  No obstante, el amor y preocupación de los padres son los regalos más preciosos que nos han sido dados desde nuestro nacimiento.

He escuchado muchos testimonios sobre infancias infelices, niños cuyos padres los lastiman o abandonan. Pero tengo la convicción de que la mayoría de los padres desean lo mejor para sus hijos, aunque en el camino tomen malas decisiones al punto que nos sintamos mas seguros lejos de ellos.

Debo admitir que tome ese camino por muchos años, juzgando a mis padres a la distancia por sus defectos y errores. Pero todo empezó a cambiar cuando conocí a Jesús y conocí por medio de El a nuestro padre celestial.  Su amor, gracia y perdón empezó a llenar todo vacío y sanar mis heridas.  Puede perdonar a mis padres y empezar a amarlos de nuevo.  Este amor comenzó a impactar mi relación con mis propios hijos rompiendo los patrones que pudieron llevarlos a juzgarme a mi como yo juzgaba a mis padres.

Los padres no esperan que les paguemos todo el cuidado que nos han brindado… pero ¿Hemos alguna vez apreciado o atesorado el sacrificio incondicional de nuestros padres? Si te cuesta amar a tus padres y mostrar gratitud te invito a conocer a nuestro padre celestial y recibir Su amor y perdón. Solo así podrás tomar la decisión de perdonar, amar y honrar a tus padres cerrando toda brecha que te impide reconciliarte y vivir en paz sobre esta tierra.

FRASE DE PODER
El amor y el perdón son decisiones, no sentimientos

ESCRITURA
Deuteronomio 5:16 (NTV)
"Honra a tu padre y a tu madre tal como el Señor tu Dios te lo ordenó. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da."

Vivimos en un mundo imperfecto con una humanidad imperfecta.  Sin embargo, no nos vemos en el espejo y asumimos que somos mejores o superiores a otros, incluidos nuestros padres.  Desde esa posición juzgamos mas duramente a quienes han estado mas cerca de nosotros que a los extraños.  Es tiempo de poner las barbas en remojo, de mirarnos en el espejo y notar nuestras carencias, inseguridades y pecados. Nadie puede juzgar a nadie, porque no hay ningún ser humano perfecto. Cuando descubrimos esta verdad de perogrullo, el paso obligado es evaluar con humildad nuestras relaciones y pedir perdón. Solo así volveremos a amar y confiar.

Oro por una semana de profundas decisiones

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

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