Un corazón que escuche

Maná del Líder
Lunes 29 de Marzo, 2021
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

UN CORAZÓN QUE ESCUCHE

Un médico psicólogo atendía una consulta en un hospital... sus pacientes eran adolescentes. Cierto día le refirieron un joven de 14 años que desde hacía un año no pronunciaba palabra y estaba internado en un orfanato...

Cuando era muy pequeño, su padre murió... vivió con su madre y abuelo hasta hacía un año... a los 13 muere su abuelo, y tres meses después su madre en un accidente. Sólo llegaba al consultorio y se sentaba mirando las paredes, sin hablar. Estaba pálido y nervioso.

Este médico no podía hacerlo hablar. Comprendió que el dolor del muchacho era tan grande que le impedía expresarse, y él, por más que le dijera algo, tampoco serviría de mucho.

Optó por sentarse y observarlo en silencio, acompañando su dolor.... Después de la segunda consulta, cuando el muchacho se retiraba, el doctor le puso una mano en el hombro: "Ven la semana próxima si gustas... duele ¿verdad?..." El muchacho lo miró, no se había sobresaltado ni nada... sólo lo miró y se fue.

Cuando volvió a la semana siguiente... el doctor lo esperaba con un juego de ajedrez... así pasaron varios meses... sin hablar... pero él notaba que David ya no parecía nervioso... y su palidez había desaparecido.

Un día mientras el doctor miraba la cabeza del muchacho mientras él estudiaba agachado en el tablero... pensaba en lo poco que sabemos del misterio del proceso de curación. De pronto, David alzó la vista y lo miró: "Le toca" - le dijo.

Ese día empezó a hablar, hizo amigos en la escuela, ingresó a un equipo de ciclismo y comenzó una nueva vida .. su vida.
Posiblemente el médico le dio algo... pero también aprendió mucho de él.

Aprendió que el tiempo hace posible lo que parece dolorosamente insuperable. A estar presente cuando alguien lo necesita, a comunicarnos sin palabras. Basta un abrazo, un hombro para llorar, una caricia... un corazón que escuche.


REFLEXIÓN:

A menudo me toca hablar bastante durante las conferencias que dictó en distintos lugares del continente. Cuando vuelvo a casa, sigo hablando, y cuando voy a la oficina o sirvo en la iglesia sigo hablando. Sin embargo, hablar no es ni mi vocación, mucho menos la fuente de mi confianza y autoestima.

Mi verdadera fuerza viene de escuchar a Dios en mis ratos diarios de meditación, lectura de su palabra y oración. Viene de los momentos en que mis hijos ya adolescentes me hacen preguntan o discuten algo que no les parece. Viene de los momentos en que mi esposa me hace sugerencias, ora por mi, o me manifiesta su posición sobre algo que considera vital. Viene de escuchar a otros en el trabajo y en la iglesia. De escuchar los pajarillos temprano en la mañana y al regresar tarde a casa.

La verdadera sanidad empieza darse no cuando aceptamos que tenemos complejos, heridas y/o adicciones que nos atan al pasado y nos paralizan. Eso es necesario pero insuficiente. Mucha gente no busca ayuda aunque ya sabe por lo que esta pasando. 

Lo que hace una diferencia entre la vida y la muerte es que alguien se detenga, permita ser interrumpido, para escuchar sin juzgar. Jesús hacia eso todo el tiempo. El enseñaba, corregía, ministraba, cumplía su misión, pero sobretodo era sensible, se detenía, escuchaba a su Padre, a quienes le seguían, a los que le buscaban, a los que necesitaban esperanza.

La competencia mas importante para llevar una vida fructífera, plena, con propósito, requiere pasar de oír lo que pasa a interesarse auténticamente escuchando a los necesitan ser escuchados. Nadie escuchara lo que tengas que decir hasta que sinceramente los escuches a ellos.

FRASE DE PODER:
Quien enseña mejor, es quien escucha mas

ESCRITURA:
Proverbios 18:13 (LBLA)
"El que responde antes de escuchar, cosecha necedad y vergüenza.”

Haga un alto hoy en su camino. Permita ser distraído de sus muchas ocupaciones. Acepte la interrupción como la oportunidad para aprender a escuchar. Nunca es tarde para impactar una vida que necesita expresarse sin ser juzgada.

Su hermano en Cristo 

Juan C. Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

Comentarios

Misael Ocampo dijo…
Gracias Juan Carlos, hermosa enseñanza para aprender el lenguaje del corazón adolorido.
Que tengas una semana exitosa.
Bendiciones. Misael
Mario Benavides dijo…
Gracias por su atención y por estar pendientes de mi vida.
Bendiciones
Vicente Valencia dijo…
UN CORAZON QUE ESCUCHA, es una meditación que me anima a seguir escuchando a otros y a Dios, me anima porque aprendo cuan importante es para la persona que necesita ser escuchada, y dedicar tiempo para lograr la sanidad. Gracias.
Jose Gregorio Rivas dijo…
Buenas noches
Espero que todos por alla esten realmente muy bien, por aqui lo estamos, escribo para una vez mas agradecerte tu mana semanal y decirte como siempre gracias.
Jose
Humberto Vasquez dijo…
Es cierto, Dios les bendiga

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