El Vendaval

Maná del Líder

Lunes 28 de marzo, 2022
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

EL VENDAVAL

En el medio oeste de Norteamérica los granjeros enfrentan ventiscas y vendavales todos los años, a menudo estos fenómenos ocurren de manera súbita y trágica. Los granjeros se preparan para estas ventiscas o vendavales atando una soga desde la puerta trasera de sus casas hasta el granero, como guía para asegurarse que puedan regresar a salvo a sus hogares.

En una ocasión estas ventiscas llegaron rápidamente, con mucha furia y con gran peligro. Cuando soplaban con mayor fuerza, uno de los granjeros no podía ver la punta de sus dedos. Muchos murieron congelados por ellas, desorientados por su incapacidad de ver en medio del intenso granizo.

Deambulaban en círculos, se perdían algunas veces en sus propios patios traseros. Si se soltaban de la soga, era imposible para ellos encontrar el camino a casa. Algunos se congelaron a solos unos pues de la puerta de entrada sin nunca darse cuenta de lo cerca que estaban de ser salvados.

En la actualidad, en algunos lugares de Canadá y las grandes planicies, los meteorólogos aconsejan a la gente usar una soga bien larga, la cual atan en un extremo a un punto en sus casa y toman el otro firmemente para no perderse en la nieve cegadora.

REFLEXIÓN

Muchos de nosotros hemos perdido nuestro camino espiritual por estar en medio de la ventisca, girando alrededor sin encontrar nuestro hogar. La ventisca comienza a menudo cuando empezamos a decir sí a muchas cosas. Entre las exigencias del trabajo y nuestras familias, nuestras vidas como un balden se llenan hasta rebalsar. Hacemos tantas tareas diferentes que no somos conscientes de que estamos haciendo tres cosas al mismo tiempo. Admiramos a la gente que puede cumplir con tanto en tan poco tiempo. Son nuestros modelos de vida.

Asimismo, muchos de nosotros estamos sobre programados, tensos, adictos al apuro, frenéticos, preocupados, fatigados y hambrientos todo el tiempo. Atiborrados lo más posible con nuestros smartphones, iPad y smartwatches, planificadores diarios y listas de cosas por hacer, batallamos en la vida para hacer el mejor uso de cada minuto libre que tenemos.

Ni siquiera así hay muchos cambios. Nuestra sobre productividad se transforma en contraproductividad. Finalizamos nuestros días exhaustos del trabajo y la crianza de nuestros hijos. Luego ocupamos “nuestro tiempo libre” durante el fin de semana con más exigencia a una vida ya sobrecargada.

Necesitamos una soga que nos lleve a nuestra casa. Dios nos está ofreciendo una soga para evitar que nos perdamos. Esa soga siempre nos lleva desde nuestra casa a El, a un lugar que esta enfocado y afirmado. Hay dos antiguas disciplinas que nos pueden ayudar, el Devocional Diario y el Sabbat. Ninguna de ellas implica agregar más tareas.

Se trata de hacer un alto programado diario y semanal descansar, disfrutar de lo que Dios nos ha dado con El y contemplar su amor. Necesitas al menos 10 minutos dos veces al día para estar con Dios, hablar con El a solas y leer y meditar en su palabra, y un día a la semana para no hacer nada mas que estar con El y tu esposa e hijos en paz en tu hogar.

No hablamos de un día libre o de vacaciones, sino de un tiempo intencional para recuperarnos y conocer a Dios. No debes esperar tener tiempo para hacerlo: debes agendarlo de primero y darle prioridad para poder vivirlo. Solo así podrás sobrevivir los vendavales de la vida. Debes ser intencional y dar prioridad a lo eterno sobre lo temporal, solo así podrás ser efectivo en todo lo demás.

FRASE DE PODER
Nadie puede hacer lo importante si es esclavo de lo urgente

ESCRITURA
Éxodo 20:8-11 (NVI)
»Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades.[a) Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo.”

Puedes empezar tu día orando, dando gracias a Dios, haciendo un minuto de silencio, y leyendo un pasaje de la escritura con un plan de lecturas. Este tiempo cuando se respeta permite ir abriendo mas espacio en el horario diario. Igualmente con el Sabbat, que no implica mas tareas agotadoras, sino lo contrario: haz un alto, medita en Dios, descansa, gózate de lo que te ha dado. Apaga tu celular, desconéctate, no use correo, ni veas televisión en este tiempo. Las distracciones impiden reposar en Dios.
 
Oro para que esta semana empieces a dar pasos para una vida mas plena.
 
Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA