El poder de una carta

Maná del Líder
Lunes 20 de junio, 2022
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EL PODER DE UNA CARTA

Cuando Carol Schuller de trece años sufrió un accidente de motocicleta en julio de 1978 fue hospitalizada con serias lesiones, intervenida quirúrgicamente y paso por una larga convalecencia en un hospital de California. 

El actor John Wayne quien era admirador del papá de la joven, el evangelista Dr. Robert Schuller, se enteró escuchando su programa de radio “La hora de poder” que a raíz del accidente amputarían una pierna a la joven.

Entonces decidió escribir una nota a la joven diciendo: "Querida Carol, siento mucho lo de tu accidente. Espero que estés bien. Firmado, John Wayne". Tras recibir la nota del célebre actor en el hospital donde convalecía decidió escribirle una respuesta.

En su mensaje consignó: "Estimado Sr. Wayne: Recibí su nota. Gracias por escribirme. Me gusta mucho lo que hace. Voy a estar bien porque Jesús me va a ayudar. Sr. Wayne, ¿conoce a Jesús? Espero que conozca a Jesús, Sr. Wayne, porque no puedo imaginar que el cielo esté completo sin la presencia de John Wayne. Espero que si no conoce a Jesús, le entregue su corazón ahora mismo. Te veo en el cielo." Y Carol firmó con su nombre.

Acababa de poner la carta en un sobre con el destinario "Señor John Wayne" bien destacado en el frente cuando un visitante entró en su habitación para verla. 

Él le preguntó: "¿Qué estás haciendo?" A lo que Carol contestó: "Acabo de escribirle una carta a John Wayne, pero no sé cómo hacérsela llegar"

Él visitante dijo: "Qué gracioso, voy a cenar con John Wayne esta noche en el Balboa Bay Beach Club, que queda cerca de su hogar. Dame la carta y yo se la entregaré". 

Ella le dio la carta y él la guardó en el bolsillo de su abrigo. Había doce invitados a la cena esa noche sentados alrededor de Wayne en el Club. Estaban riéndose y poniéndose al día y el hombre que había visitado a Carol metió la mano en su bolsillo, sintió esa carta y recordó su compromiso.

John Wayne estaba sentado al final de la mesa y el conocido sacó la carta y dijo: "Oye, Duke, hoy estaba en la habitación de la hija del Dr. Schuller y ella te escribió una carta y quería que te la diera. Aquí está".

Se la pasaron a John Wayne y él la abrió. Siguieron riéndose y hablando entre ellos pero entonces uno de los comensales miró a John Wayne. Él estaba emocionalmente afectado. Uno de sus amigos le dijo: "Oye, Duke, ¿qué pasa?" Wayne contestó "Quiero leerles ésta carta" y la compartió.  

Entonces comenzó a llorar. La dobló, se la guardó en el bolsillo, y señaló al hombre que se la había levado diciendo: "Ve y dile a esa muchachita que ahora mismo, en este restaurante, aquí mismo, John Wayne entrega su corazón a Jesucristo y que la veré en el cielo". ¡Tres semanas después en junio de 1979 Wayne fallecía los 72 años!


REFLEXIÓN

Una de las respuestas frecuentes cuando personas no creyentes se enteran de historias como la de Wayne y la hija del Pastor Schuller es el escepticismo.  No solo se duda de la veracidad de la historia que termina convirtiéndose en una especie de "leyenda urbana" sino que cuestionan la convicción espiritual de quienes están envueltos en ella.

Aunque Carol Schuller ha reiterado su versión de la historia en distintos espacios y explicado la relación con el fenecido actor, las dudas y críticas continúan.  Cuando uno no conoce al creador, ni ha practicado una fe, siempre anda buscando excusas para no creer.  Cuando me convertí al cristianismo el lunes 2 de setiembre de 1996 - lo recuerdo como si fuera hoy - mi vida dio un vertiginoso giro de 180 grados.  No, no estoy diciendo que todo cambio en mi de la noche a la mañana, fue más bien un proceso de cambio continuo, pero si mi alma. El peso de mis faltas y pecados súbitamente fue levantado de mis hombros y experimenté una paz que nunca antes había conocido.

Aunque no decía nada de lo que había pasado, la gente a mi alrededor lo notaba. Me veía diferente, hablaba y actuaba diferente. Todos a mi alrededor inquirían sobre lo que me había ocurrido y cómo podía ellos acceder a ese cambio en sus propias vidas. Pasaron varios meses antes de que empezara a comprender el rompimiento que había tenido con mi vieja naturaleza, y como al aceptar a Cristo en mi corazón igual que hizo Wayne mi vida empezó a ser revolucionada.

La convicción de una joven adolescente golpeada por el drama de un accidente fue usada por Dios para tocar a un viejo actor en su último año de vida. Puede que Dios llegué temprano o tarde a la vida de uno, pero la transformación es inevitable y la decisión sigue siendo de uno.  Pero, cuando damos ese paso, aprendemos a dejar ir las cargas de lo temporal y finito para abrazar un futuro luminoso y eterno. Nada ni nadie en este mundo puede cumplir la promesa de una nueva vida como Jesucristo. 

FRASE DE PODER
Una sencilla pero firme decisión voluntaria nos acerca a Dios para siempre

ESCRITURA
Joel 2:13 (NTV)
"No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones».
Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo,
lento para enojarse y lleno de amor inagotable. Está deseoso de desistir y no de castigar."

Al iniciar esta nueva semana, la pregunta que debemos hacerlos con honestidad, es ¿cuantas excusas más necesitamos inventar para evitar conocer a Dios real y personalmente?  Dios nos dio libre albedrío para pudiéramos tomar decisiones vitales con independencia y transparencia.  El nunca nos obliga a creer, ni a seguirle.  Pero, lo más pronto que le aceptemos en nuestra corazón, más pronto caerán los velos que entenebrecen nuestro entendimiento y nos impiden ser realmente libres.

John Wayne no dejó pasar esa última oportunidad - el mensaje de una joven - y se entregó públicamente, sin ambages, a una relación eterna con Dios. ¿Que más necesitas para rendirte al único Dios que te ama incondicionalmente y te espera con los brazos sin importar tu pasado? 

Su hermano en Cristo,

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

Comentarios

mutter47 dijo…
Muchas gracias sobrino,en estos tristes momentos es un gran consuelo, besos de tu tía Marite
Hola Marité. Me bendice saber que este devocional llegó en el momento justo. Siempre estoy a tus ordenes. Bendiciones

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