El regalo
Maná del Líder
Lunes 9 de Setiembre, 2019Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios
EL REGALO
El hombre que estaba tras el mostrador, miraba la calle distraídamente. Una niñita se aproximó al negocio y apretó la naricita contra el vidrio de la vitrina. Los ojos de color del cielo brillaban cuando vio un determinado objeto.
Entró en el negocio y pidió ver el collar de turquesa azul.- "Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien lindo? - dijo ella.
El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y le preguntó: - ¿Cuánto dinero tienes?
Sin dudar, ella sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Lo colocó sobre el mostrador y dijo feliz: -"¿Eso alcanza?". Eran apenas algunas monedas que ella exhibía orgullosa.
-"Sabe, quiero dar este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es el cumpleaños de ella y sé que estará feliz con el collar que es del color de sus ojos".
El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, lo envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un delicado lazo con una cinta verde. -"Toma, dijo a la niña. Llévalo con cuidado".
Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo. Aún no acababa el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho e indagó: -"¿Este collar fue comprado aquí?
-"Si señora".
- ¿Y cuanto costó?, indago la mujer
- "Ah!", - respondió el dueño del negocio. "El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el Cliente".
La joven continuó: - "Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero, ¿No? Ella no tenía dinero para pagarlo".
El hombre tomó el estuche, rehízo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven. - "Ella pago el precio más alto que cualquier persona puede pagar. ELLA DIO TODO LO QUE TENIA".- El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto sus manos tomaban el pequeño envoltorio.
REFLEXIÓN
La vida no es complicada, nuestros temores, heridas y carencias la hacen complicada. Dios ama la sencillez, pero el ser humano prefiere la complicación. De niño escuchaba a gente joven decir “piensa mal y acertaras”, “no confíes en nadie” o “todos esconden algo”. Llegue a creer que todo escondía segundas intenciones y que si especulaba o indagaba lo suficiente encontraría la verdadera motivación.
REFLEXIÓN
La vida no es complicada, nuestros temores, heridas y carencias la hacen complicada. Dios ama la sencillez, pero el ser humano prefiere la complicación. De niño escuchaba a gente joven decir “piensa mal y acertaras”, “no confíes en nadie” o “todos esconden algo”. Llegue a creer que todo escondía segundas intenciones y que si especulaba o indagaba lo suficiente encontraría la verdadera motivación.
Como resultado me retraía de las relaciones con los demás, y cuando me daba lo hacía calculadamente y parcialmente. Pero hay una forma radicalmente diferente de vivir. No evitara que la gente nos engañe o hiera, pero es mucho más positiva y al final más plena. Dios amo tanto al mundo que entrego a su hijo para salvar a todos.
La clave es aceptar su amor incondicional. Sin embargo, nos cuesta dejarnos amar y amar a otros sin esperar nada a cambio. La verdadera generosidad es darse por entero, sin restricciones. La gratitud de quien ama no coloca límites para los gestos de ternura.He aprendido a ser más agradecido, y ya no depende del reconocimiento de otros para sentirme bien al respecto.
Sigo siendo imperfecto y cometo errores, pero me esfuerzo por hacer las cosas bien conforme a la agenda de Dios y no la mía. Gratitud con amor no solo reanima a quien recibe, sino que también reconforta a quien ofrece.
FRASE DE PODER
Acepta a los demás como son es amar sin condiciones
ESCRITURA:
1 Juan 4:8
“El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.”
Tienes una nueva oportunidad hoy de caminar por un sendero positivo. Donde las cosas son sencillas, donde podemos aceptar a los demás sin juzgarlos a priori, y amarlos como Dios los ama. Esto no es codependencia, ni esclavitud. Cuando los muros que te protegen caen, se levantan puentes hacia lo que vale la pena y tiene impacto eterno.
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