Con lo que te queda

Maná del Líder
Lunes 10 de julio, 2023
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CON LO QUE TE QUEDA

El 18 de noviembre de 1994, Itzhak Perlman, el violinista, entró al escenario para dar un concierto en el "Avery Fisher Hall", del Lincoln Center de la ciudad de Nueva York. Si alguna vez usted estuvo en un concierto de Perlman, sabrá que llegar al escenario no es un pequeño logro para él. Perlman tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con bragueros y camina con la ayuda de dos muletas.

Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente es una visión asombrosa. El camina penosa pero majestuosamente hasta que llega a su silla. Entonces se sienta lentamente, pone sus muletas en el suelo, afloja los sujetadores de sus piernas, toma un pie hacia atrás y extiende el otro hacia adelante, entonces se inclina y levanta el violín, lo pone bajo su mejilla, hace una señal al director y comienza a tocar.

Hasta ahora la audiencia está acostumbrada a este ritual. Ellos permanecen sentados mientras él hace su trayecto hasta su silla. Permanecen reverentemente silenciosos, mientras él afloja los sujetadores de sus piernas, e incluso esperan hasta que está listo para tocar.


Pero esta vez algo anduvo mal. Justo cuando terminaba sus primeras estrofas, una de las cuerdas de su violín se rompió. Pudimos escuchar el ruido, saltó como un tiro atravesando el salón. No había equivocación sobre lo que ese sonido significaba. No había tampoco dudas sobre lo que él tendría que hacer.

Los que estábamos allí esa noche, pensamos: "tendrá que levantarse, ponerse los bragueros nuevamente, levantar las muletas y arrastrarse fuera del escenario ya sea para encontrar otro violín, o encontrar otra cuerda para el suyo".

Pero él no lo hizo. En su lugar, esperó un momento, cerró sus ojos y luego hizo la señal al director de comenzar nuevamente. La orquesta comenzó, y él tocó desde el punto en el que se había detenido. Y tocó con tanta pasión, y tanto poder, y tanta pureza, como nunca lo habíamos escuchado antes.

Por supuesto todo el mundo sabía que es imposible interpretar un trabajo sinfónico con sólo tres cuerdas. Yo sé eso, y seguramente muchos de los que leen esto sabrán eso. Pero esa noche Itzhak Perlman rehusó saberlo. Usted hubiese podido verlo modulando, cambiando, recomponiendo la pieza en su cabeza. En un punto, eso sonó como si él estuviera sacando el tono de las cuerdas que se había roto y consiguiendo nuevos sonidos que ellas nunca habían hecho jamás antes.

Cuando terminó, hubo un impresionante silencio en el sala, y entonces la gente se levantó y lo aclamó. Hubo un extraordinario aplauso proveniente de cada rincón del auditorio. Estábamos todos de pie gritando y animando, haciendo todo lo que podíamos, para demostrar cuánto apreciábamos lo que él acababa de hacer.

El sonrió, se secó el sudor de sus cejas, detuvo su inclinación para aquietarnos y luego dijo, no con presunción, sino en un tono reverente, pensativo, calmo, "Ustedes saben,... algunas veces... la tarea del artista es descubrir cuánta música uno puede hacer con lo que aún le queda".

REFLEXIÓN

Que maravillosa línea la que compartió este afamado violinista al final de su extraordinario concierto. Ha permanecido en mi mente desde que la escuche. Y ¿quién sabe? Tal vez sea una excelente definición de la Vida, no solo para los artistas, sino para todos nosotros. He aquí a un hombre que se preparó toda su vida para hacer música con un violín de cuatro cuerdas, quien, repentinamente, en medio de un concierto, se encuentra con solo tres cuerdas, así que hizo música con tres cuerdas. Y la música que hizo esa noche con solo tres cuerdas, fue más hermosa, más sagrada, y más memorable, que ninguna que haya hecho jamás, cuando él contaba con un violín de cuatro cuerdas.

El 10 de julio de este año cumplí sesenta y cinco años  y quienes me conocen saben que soy apasionado y amo dar todo lo que tengo, aunque a veces quede afónico o me enferme en el proceso. Más de una vez me he comprado un problema innecesario por salir de mi zona de comodidad y cruzar el salón para cumplir la misión que Dios me ha encomendado. No ha sido fácil. Ha habido momentos difíciles. No siempre soy sabio, pero casi siempre soy integro. Y a menudo me siento que ya no puedo dar mas. 

Tal vez no sea un virtuoso como Perlman pero trato diariamente de dar lo mejor de mí construyendo la excelencia paso a paso desde los pequeños detalles, aun en medio del mas tremendo agotamiento. Pero justo cuando ya no tengo casi nada más que dar recibo nuevas fuerzas cuando le permito a Dios usarme. Dios hace cosas extraordinarias con gente ordinaria como uno.

Conozco muchas personas, hombres y mujeres, con pasión y propósito que dan todo lo que tienen en sus años mozos, y los que les queda en su madurez en distintas áreas de la vida. No son famosos, pero Dios conoce sus nombres. Así que, tal vez, la tarea de cada uno de nosotros en este mundo que vivimos, confuso, inestable y que cambia velozmente sea hacer música, al principio con todo lo que tenemos, y luego cuando eso no es más posible, hacer música con todo lo que nos quede. El fruto apacible que llevamos en Cristo Jesús a menudo no se da cuando tenemos mucha energía, sino cuando justamente damos todo lo que nos queda.

FRASE DE PODER 
Da todo lo que te queda si quieres recibir mas

ESCRITURA
Habacuc 3: 17-19 (LBLA)"Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; aunque falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos, con todo yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en el Dios de mi salvación. El Señor Dios es mi fortaleza; El ha hecho mis pies como los de las ciervas, y por las alturas me hace caminar. Para el director del coro, sobre mis instrumentos de cuerda."

A menudo Dios me recuerda que no es mi trabajo intentar arreglar la vida de nadie. Sin embargo, si puedo darle un consejo o una opinión a quien la pida o quiera recibirla. ¿La estas pidiendo o la quieres? Deje de invertir toda su energía en lo superficial, material y temporal y empiece a invertir en lo que es profundo, espiritual y eterno, el plan y el propósito de Dios para su vida.

Su hermano en Cristo

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACIÓN LIDERINNOVA

Comentarios

Jorge zona TI dijo…
Siempre son muy buenos los temas. Pero hay algunos que tocan las cuerdas que me quedan. Saludos
Betty Achury de Muller dijo…
Juan Carlos: no se si leas mi respuesta pero quiero decirte que con mucha frecuencia tus reflexiones me tocan profundamente, el señor te usa para hablarme de formas increibles. La meditación de hoy es muy especial porque a veces pienso que a mi edad y con tantos años de ministerio ya no me queda nada para dar. Mil gracias!!
Ani Eck de Jacobi dijo…

G R A C I A S !!! SIEMPRE TAN OPORTUNO, PRÁCTICO Y A LA VEZ PROFUNDO SU MENSAJE!! GRACIAS POR DEDICAR SU TIEMPO PARA HACERNOS LLEGAR LO MEJOR!!

CON AMOR
ANI

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