El Aroma de la Lluvia

Maná del Líder
Lunes 8 de junio, 2020
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios

Un frío viento de marzo llevaba un olor a muerte en la noche de Dallas, Texas, mientras llegaba el doctor.  Entró a la pieza de Diana Blessing, que todavía estaba bajo los efectos de la anestesia por la operación. Su esposo David le tomó  la mano esperando las últimas noticias.  

Esa tarde del 10 de marzo de 1991, las complicaciones obligaron a que Diana se sometiera a una cesárea después de 24 semanas de gestación, para que naciera la hija de la pareja, Dana Lu Blessing.

Con 12 pulgadas de altura y pesando apenas 714 gramos, ellos ya sabían que era peligrosamente prematura.

Las suaves palabras del médico cayeron como bomba:
-"No creo que lo logre", dijo, tan suavemente como pudo. "Hay solamente 10% de posibilidades de que pase la noche; y aun si lo logra, su futuro podría ser muy cruel."

Con incredulidad, David y Diana escucharon al doctor describir los devastadores problemas que Dana tendría que enfrentar si sobrevivía. Nunca caminará, nunca hablará, probablemente sea ciega y ciertamente sea propensa a otras condiciones catastróficas desde parálisis cerebral a un completo retardo mental, etcétera.

-"No!  ¡No!" fue lo único que Diana podía decir.
Ella y David con su hijo de 5 años habían soñado largamente el día en que tuvieran una hija para formar una familia de cuatro personas.  Ahora, en unas horas, el sueño se desvanecía.

Al pasar los primeros días, surgió una nueva agonía para David y Diana.  Debido a que el sistema nervioso de Dana estaba esencialmente en "bruto", el más suave beso o caricia solamente aumentaban su incomodidad, así que ni siquiera podían poner a su hijita contra el pecho para ofrecerle la fortaleza de su amor. 

Todo lo que ellos podían hacer, mientras Dana luchaba sola bajo la luz ultravioleta en el enredo de tubos y cables, era rezar a Dios para que estuviera cerca de su preciosa hijita. Dana no parecía fortalecerse. Pero a medida que pasaban las semanas, ganaba lentamente unos gramos. 

Dana alcanzo los dos meses de vida y sus padres pudieron abrazarla por primera vez.  Y dos meses después, los doctores continuaron declarando las difíciles expectativas de vida que tenía niña, y lo dificil que sería que tuviera una vida normal.

Sin embargo, Dana salió del hospital rumbo a su casa tal como su madre había predicho.

Cinco años después, cuando Dana era una pequeña pero festiva niñita, con brillantes ojos grises y un incuestionable gusto a la vida, ella no mostraba síntoma alguno de ningún impedimento mental o físico, simplemente era todo lo que una niñita puede ser y más.  Pero este final feliz no es el término de la historia.

Una tarde del verano de 1996, cerca de su casa, en Irving, Texas, Dana estaba sentada en las piernas de su mamá en la gradería de un campo deportivo mientras su hermano Dustin practicaba beisbol.

Como siempre, Dana no paraba de hablar con su mamá y muchos adultos estaban sentados cerca cuando de pronto se quedó callada.  Cruzando sus brazos sobre el pecho, la pequeña Dana le preguntó :  -"¿Hueles eso? "

Olfateando el aire y detectando que se acercaba una tormenta, Diana le respondió:  
-"Sí, huele a lluvia".

Dana cerró los ojos y  volvió a preguntar:  -"¿Hueles eso?"

Nuevamente su madre le respondió:  
-"Sí, pienso que nos vamos a mojar, huele a lluvia".

Dana movió la cabeza, se acarició sus delgados hombros con las manos y anunció fuertemente:
 -"No, huele a Él. Huele como a Dios cuando apoyas la cabeza en Su pecho"

Las lágrimas salieron de los ojos de Diana mientras Dana feliz iba a jugar con otros niños.

Antes de que empezara a llover, las palabras de su hija confirmaron lo que Diana y todos los miembros de la extensa familia Blessing sabían, al menos en sus corazones.

Durante aquellos largos días y noches de sus primeros meses de vida, cuando los nervios de la niña eran demasiado sensibles como para que la tocaran, Dios abrazaba a Dana en su pecho y fue su aroma de amor que ella recordaba tan bien.


REFLEXIÓN

Tal vez en medio de este milagro maravilloso de Dios sigas escéptico.  Siempre que seleccionamos una historia para el Maná del Líder de cada lunes por ya más de dos décadas, verificamos el origen y la veracidad de la historia.  Este milagro fue documentado debidamente y Dana tiene hoy 20 años y disfruta de excelente salud.  Puedes verificarlo por ti mismo en Google.  

Lo más difícil para recibir un milagro de parte de Dios es reconocerlo. Vivimos rodeados de milagros de un Dios que nos ama incondicionalmente pero que nos ha dado la libertad de creerle o no, de seguirlo o rechazarlo. El no quiere robots, el nos creo a su imagen y semejanza y por ello nos ha dado libre albedrío.  

Yo era un ateo convencido cuando nació mi primer hijo, Julian. Su nacimiento estuvo lleno de complicaciones, y tuvo que ser llevado de emergencia al departamento de neonatología en el Hospital Nacional de Niños de mi ciudad.  

Fue impactante entrar a la sala a verlo por primera vez. Había una larga hilera de urnas con pequeños bebés dentro de cada una en situaciones críticas.  Tras tomarme una muestra de sangre, la enfermera me llevó a ver a mi hijo recién nacido. Cabía en la palma de mi mano y estaba entubado porque había nacido ochomesino, y no había muchos antecedentes médicos de sobrevivencia para estos casos.

Recuerdo como si fuera hoy, lo que me dijo la enfermera mientras miraba atónito aquel diminuto ser.
-"Toquelo", me dijo la enfermera
- "Pero se ve tan frágil. Tal vez le hagan daño con mis enormes manos", replique incrédulo.
- "Toquelo y háblele", insistió
- "No creo que deba hacerlo. Se ve tan frágil", resisti una vez más
-"Si no lo toca o lo habla este bebé morirá" me advirtió, 
-"Usted ve a esos otros niños en las incubadoras, muchos de ellos morirán porque sus padres los abandonaron al nacer o nunca vendrán a verlos, tocarlos y hablarles"

Ese día me convertí en papá.  Lloré como nunca, mientras lo acariciaba tan suavemente como podía y le hablaba.  Hoy es un hermoso joven de 29 años dedicado a proteger las vidas de otros. Ya nos hizo abuelos dos veces.  ¿Todavía no crees?  Hay un Dios increíble, milagroso, que nos ama. 

Si El tuvo tanta misericordia de un ateo como yo en 1991, por qué no va a tenerla por ti si acudes a Él y rindes todo tu ser.

FRASE DE PODER
Mi Dios es Real, El hace milagros todo el Tiempo

ESCRITURA
Mateo 17:20 (NTV)
"si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible."

Mi ego me impedía tener fe, porque sólo creía en aquello que controlaba. En aquella sala de neonatos, quede totalmente desnudo. Me rendi por primera vez y acepte el milagro de la vida y de un Dios que no conocía.  Hoy puede decirte que El esta esperandote aun con los brazos abiertos, si solo te rindes y le buscas de todo corazón.

Oro para que hoy tomes la mejor de todas las decisiones y sientas el aroma de Jesús.

Juan Carlos Flores Zuñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

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