El Arbol de Manzanas

Maná del Líder
Lunes 9 de Mayo, 2022
Al servicio de la comunidad profesional y de negocios

EL ÁRBOL DE MANZANAS

Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de el. Trepaba al árbol hasta el tope, comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol. Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le decía triste: “¿Vienes a jugar conmigo?”…pero el muchacho contestó “ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor tuyo lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos."

“Lo siento, dijo el árbol, no tengo dinero…pero te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas, de esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes," y el muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y el obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.

Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso muy feliz y le preguntó:”¿Vienes a jugar conmigo?”
…”no tengo tiempo para jugar, debo de trabajar para mi familia, necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos, ¿puedes ayudarme?...lo siento, pero no tengo una casa, pero…tu puedes cortar mis ramas y construir tu casa”.  El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero joven nunca más volvió…desde esa vez el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. “¿Vienes a jugar conmigo”…volvió a preguntar el árbol.  El hombre contestó: ”estoy triste y volviéndome viejo, quiero un bote para navegar y descansar, ¿puedes darme uno?”…”el árbol contesto: "usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz”. El hombre cortó el tronco y construyó su bote, luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de mucho tiempo y el árbol le dijo, lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte, ni siquiera manzanas…el hombre replicó: “No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar…porque ahora soy viejo". Entonces el árbol con lágrimas en su ojos le dijo: “realmente no puedo darte nada, la única cosa que me queda son mis raíces muertas”. Y el hombre contestó: “Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar, estoy tan cansado después de tanto años”. 

-“Bueno, las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar, ven siéntate conmigo y descansa," el hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrío con lágrimas.


REFLEXIÓN

Esta historia me hace pensar en cada uno de los nosotros, en el ciclo inexorable de la vida. El árbol es tipo de nuestros padres; cuando somos niños los amamos y jugamos con mamá y papá, pero conforme empezamos a crecer los vamos abandonando. 

Algunas veces regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas, sin importar la causa, ellos siempre están ahí para darnos lo que puedan con tal de que seamos felices.

A veces nos justificamos diciendo que no tuvimos padres perfectos, y ¿Quién los ha tenido? En la Biblia uno de los mandamientos se refiere a honrar a los padres y se promete en otro pasaje bendición a quien así actué. Pero somos a menudo inmaduros y egoístas, pensamos solo en nosotros y nuestras circunstancias.

Creo que Dios también se siente a menudo así cuando sus hijos solo oran o habla con Él para pedirles añadiduras temporales, mientras rechazan sus consejos sabios y amor incondicional. Uno puede pensar que el muchacho fue cruel con el árbol, pero así hemos tratado a nuestros padres también y por supuesto a Dios.

FRASE DE PODER
No juzgues a tus padres no vaya a ser que te juzguen tus propios hijos

ESCRITURA
Éxodo 20:20 (NVI)
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor Dios te da”

Al iniciar una nueva semana en tu vida considera lo siguiente: aunque no seas padre o madre aún, ¡muy probablemente lo serás! Aprovecha su sabiduría, su amor, su gracia mientras aun los tienes a tu lado, no sea que tengas que arrepentirte algún día. El tiempo es inexorable. Tenemos un plazo sobre esta tierra y tanto lo que hagamos como lo que dejemos de hacer tiene un peso eterno.

Hasta la próxima

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La Oración del Naufrago

Recuerda a Quien Sirves

Tentación que mata