Perseverante Pasión

Maná del Líder
Lunes 17 de Febrero, 2020
Al Servicio de la Comunidad Profesional y de Negocios


Mientras leía una revista en la oficina de un dentista en París, Philippe Petit quedó absorto por un artículo sobre las Torres Gemelas en Nueva York.  Como artista callejero Petit, de 18 años, estaba buscando constantemente nuevos lugares para sus actos de equilibrismo sobre cables a gran altura. Estudiando la interpretación artística del Centro Mundial de Comercio, Petit tuvo la visión de caminar sobre la cuerda floja entre las dos torres.

En los siguiente seis años, Petit se enfocó exclusivamente en lo que parecía un sueño absurdo. Acopió toda la información que pudo encontrar sobre la arquitectura de las Torres Gemelas, practicando su acto de equilibrismo sobre un cable sin cesar y ahorrando dinero para volar a los Estados Unidos.  Tan pronto arribó a Nueva York en 1974, sin pérdida de tiempo se dirigió al Centro Mundial de Comercio. Usando varios disfraces, Petit y sus amigos inspeccionaron las torres.

Una noche de martes, Petit y sus acompañantes ascendieron a las torres con el equipo asido a una cuerda. Usando una flecha y un arco, dispararon una línea de la torre norte a la sur, y pasaron el resto de la noche febrilmente tendiendo un cable de una pulgada de grosor entre las dos torres. El miércoles temprano por la mañana con el inicio del bullicio de Wall Street, Petit se subió al cable para hacer su acto.

Conforme los asombrados espectadores observaban el espectáculo, las autoridades locales se reunieron para detener al ilegal equilibrista de la cuerda floja.  Como un consumado artista del espectáculo, Petit se concentro en su acto, rehusando escuchar las peticiones que a gritos le hacían los policías para que se detuviera. Tras ocho rutinas de ida y vuelta entre las torres, Petit se entregó finalmente a la policía.


REFLEXIÓN

Petit pudo haber permitido que las distracciones lo disuadieran de su sueño. Recaudar dinero para el plan, eludir la seguridad para inspeccionar las torres, y estirar un cable entre las dos torres parecían tareas imposibles de lograr.  Sin embargo, la magnitud de la pasión de Petit para alcanzar su visión minimizó los obstáculos a su plan.

Hay tres lecciones importantes en la proeza de Petit. En primer lugar, el fuego interno de cada persona es lo que lo o la impulsa a sobresalir. Dicho de una manera sencilla determinar su destino. Como regla general, los líderes lograr influencia proporcional al tamaño del fuego que arde en su interior.

En segundo lugar, la pasión provee a los líderes con una ventaja extra sobre la competencia.  Tras una competencia deportiva los comentaristas de los medios ocasionalmente observan como el lado ganador “quería mucho más” ganar. Cuando todos tienden a ser iguales en sus capacidades, el equipo mas apasionado típicamente prevalece sobre los demás.

En tercer lugar, la pasión hace lo imposible posible. La gente está diseñada para que cuando se encienda su alma no se dejen achicar por las barreras en frente de ellos. Esa es la razón por la que un líder apasionado es particularmente efectivo.  El o ella vislumbran posibilidades y oportunidades para progresar donde personas sin pasión sólo ven obstáculos en el camino y razones para que las visión no sea alcanzada.  

La pasión es un fuego en nuestro interior que no podemos contener. Trasciende nuestro intento vano de controlarla. Se nota y contagia a quienes nos rodean. Dios nos dió pasión para cumplir los sueños que parecen imposible. Sin pasión por lo que Dios ama, dedicaremos nuestra pasión a lo que nos destruye. Por eso cada uno es responsable por encontrar aquello que lo apasionada y dejarse usar por Dios en ello aunque parezca absurdo o imposible para los demás.

FRASE DE PODER
Nada hay imposible para quien cree y lidera con pasión

ESCRITURA
Jeremías 20:9 (NVI)
"...su palabra en mi interior se vuelve un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla, pero ya no puedo más." 

Te invito al iniciar esta semana a que consultes al menos personas (esposa (o), mentor o compañero (a) de trabajo) para que te den una evaluación honesta sobre el nivel de pasión que muestras en tu labor diaria. Pregunte sobre las formas en las cuales su pasión se manifiesta más evidentemente. 

Si ellos consideran que su pasión es baja, entonces haga un autoexamen interior para recuperar su entusiasmo en lo que hace. ¿Por qué entro a desempeñarse en su oficio o profesión actual? ¿Qué fue lo que lo emocionaba antes y que ya  no es una fuente de inspiración? A la luz de sus respuestas pida a Dios que le muestre como levantar de nuevo su pasión y actué en consecuencia.  

Juan Carlos Flores Zúñiga

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