Aislamiento Informacional

Maná del Líder
Lunes 13 de febrero, 2023
Al Servicio de la Comunidad Profesional y Empresarial

AISLAMIENTO INFORMACIONAL

Por más de cuatro años, muchos de los vecinos de Adolfo Stec en Chicago, Illinois, EUA, se imaginaron que el reclusivo anciano había abandonado su nítido y bien cuidado hogar por las crecientes hierbas y malezas.  Con el tiempo, trabajadores de las compañías de agua, gas y electricidad cortaron sus servicios.

Por años, el cartero se saltaba la residencia pensando que estaba vacante. De vez en cuando, un vecino venía y cortaba el césped o tocaba su puerta y no recibía respuesta. Pero no fue sino hasta un martes de mayo del 2001 que los desarrolladores inmobiliarios que compraron la casa de Stec en un remate tres años antes finalmente entraron al inmueble para encontrar el cuerpo del hombre casi completamente descompuesto en su sillón de la sala. Un periódico fechado en 1997 estaba a su lado.  La policía describió los restos como “momificados”.

Un día hace cuatro años me saludo desde su jardín mientras cortaba el césped del frente suyo y parte del mío, después de eso nunca más lo volví a ver”, dijo su vecino de la casa contigua, Peter Vella, de 66 años. “El césped en su jardín creció casi un metro después de eso, así que por dos o tres años corte también su césped. No quería que la vecindad se viera mal”.

No se supo con claridad cuando y la causa de su muerte. La policía dijo que la única pista que tenían sobre cuándo ocurrió su deceso fue el periódico a su lado fechado febrero de 1997, cuando Stec tenía 72 años.


REFLEXIÓN

Esta historia fue publicada alrededor del mundo generando multitud de preguntas. Algunas de ellas cualquier pudo haberlas hecho:

• ¿Cómo pudo un hombre morir y que nadie lo extrañara?
• ¿Dónde estaban sus familiares? ¿Amigos? Incluso ¿conocidos?
• ¿Por qué a nadie le importo lo suficiente para verificar que le había pasado?

Este es un doloroso recordatorio de que a pesar de los cada vez mejores servicios sociales, mejoras en los programas para los ancianos, y la bien intencionadas iniciativas de desarrollo en las comunidades modernas, mucha gente en nuestra cultura se encuentra increíblemente sola. A Stec no le faltaba información; murió con los periódicos a su lado. Pero si le faltaban relaciones significativas. El sufría de “Aislamiento Informacional”.

Una razón por la cual usted y yo sufrimos también de “aislamiento informacional” es nuestra búsqueda de autosuficiencia. Podemos acceder a casi todo tipo de información y servicio que necesitamos por medio del internet sin dejar la comodidad de nuestro hogar. Por correo electrónico o teléfono celular, podemos contactar a cualquier persona, en cualquier parte, en cualquier momento sin poner un pie fuera de nuestra casa.

Con sistemas express de entrega de comestibles por medio de supermercados en línea, DHL o UPS para entrega de cualquier bien desde libros hasta bicicletas, podemos comprar cualquier cosa que queramos y recibirlo entregado en nuestra puerta. No solamente no necesitamos ir mas al cine para un película reciente, o incluso a un videoclub para rentarlo. Con Netflix o servicios a domicilio o de descarga en línea podemos ordenar cualquier película que queramos.

Y si quisiéramos arriesgarnos a salir de nuestro hogar arriesgando la posibilidad de contacto con otro ser humano, nuestros garajes nos permiten salir en nuestros autos sin que tengamos contacto visual con nuestros vecinos.

Desgraciadamente, el “aislamiento informacional” no se limita solo a nuestros vecindarios. Esta clase de aislamiento lo experimentamos en el trabajo, las actividades recreativas y a veces, lamentablemente hasta en la iglesia. Nos sentamos a lado de personas con las que no conversamos, trabajamos en cubículos donde nadie nos moleste, conducimos nuestros vehículos con las ventanas cerradas y cuando vamos a pasear, nos aseguramos de marcar el terreno para que nadie se atreva a “molestarnos”.

Al final no experimentamos más la vida con sus riesgos naturales, ni el cambio, ni la transformación, porque hemos elegido vivir sin comunidad, sin relaciones, sin propósito. Si no te conectas, si no te arriesgas puede rodearte de conocido, pero nunca tener amigos auténticos, es posible estar acompañado y sin embargo, sentirse totalmente aislado. Puedes incluso amar a Dios en tu vida aislada, pero si no amas a los que ves como puede amar a quien no ves.

FRASE DE PODER
Amar a Dios sin amar a los demás es la peor clase de aislamiento

ESCRITURA
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas." y "Ama a tu prójimo como a ti mismo."
Marcos 12: 30-31(NVI)

Jesús quiere que amemos a nuestros vecinos, prójimos, como a nosotros mismos, porque así fuimos creados, diseñados, cableados por El para vivir. Una vida en que está muy informado, pero no estás relacionado con otros es una vida sin propósito que nunca agradara a Dios.  Puedes empezar hoy sonriendo y siendo amable con otros sin esperar nada a cambio, simplemente haz contacto, deja de correr, empieza a vivir.

Relaciónate hoy

Juan Carlos Flores Zúñiga
FUNDACION LIDERINNOVA

Comentarios

Rodolfo Saenz Salas dijo…
Excelente Reflexion
Jenny Salazar dijo…
Que buena reflexion. Gracias, me hace hacer un alto en el camino
Gustavo Gutierrez dijo…
gracias apreciable hno Juan Carlos es refrescante recordar que fueimos creados para tener relaciò y apreciamos mi esposa y yo que a travez de esta historia cotidiana nos lo recuerde.
saludos de xalapa mexico pastores gustavo y marielos

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